martes, 29 abril 2025

Esta es la ciudad infravalorada con la catedral más singular y un balneario top te espera este verano

En pleno corazón del sureste español descansa una joya urbana que demasiados viajeros pasan por alto en sus rutas por la península. La catedral de Murcia representa uno de los monumentos más extraordinarios del patrimonio religioso español, con una fachada barroca que compite en belleza con las más célebres de España. Esta capital, bañada por el Segura y bendecida por más de 300 días de sol al año, ofrece mucho más que huertos y paparajotes, destacando especialmente su desconocido balneario de aguas termales que se ha convertido en uno de los destinos preferidos por quienes buscan combinar cultura y bienestar.

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El verano se presenta como la temporada ideal para redescubrir aquellos rincones nacionales que, pese a su indudable valor, permanecen eclipsados por destinos más mediáticos. Murcia, con su impresionante patrimonio arquitectónico, su exquisita gastronomía y su vibrante vida cultural, constituye el ejemplo perfecto de destino infravalorado que merece ocupar un lugar prioritario en la agenda de cualquier viajero con curiosidad auténtica. Los contrastes entre su casco histórico, dominado por la silueta inconfundible de su templo principal, y los modernos espacios de ocio y relax que han proliferado en los últimos años, convierten a esta capital en un destino sorprendente para quienes la visitan por primera vez.

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AGUAS TERMALES: EL TESORO ESCONDIDO DE LA REGIÓN

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A poco más de media hora de la capital murciana se encuentra uno de los balnearios más valorados del sureste español, cuyas aguas termales han sido apreciadas desde tiempos romanos por sus propiedades terapéuticas. Enclavado en un paisaje de contrastes, este complejo termal combina la tradición de los baños medicinales con las más modernas técnicas de hidroterapia y tratamientos de bienestar, convirtiéndose en un destino ideal para quienes buscan combinar turismo cultural y relax. Sus aguas, ricas en minerales y con propiedades antiinflamatorias, emergen a una temperatura constante de 52 grados centígrados durante todo el año.

El balneario ha sabido evolucionar para adaptarse a las exigencias del turista contemporáneo, ofreciendo desde tratamientos tradicionales hasta innovadoras terapias de belleza. Las instalaciones incluyen piscinas termales interiores y exteriores, circuitos de hidromasaje, saunas y una amplia carta de masajes y tratamientos corporales. La combinación de estas aguas beneficiosas con la gastronomía local basada en productos frescos de la huerta murciana, constituye uno de los mayores atractivos del complejo, que ha desarrollado menús específicos orientados al bienestar y la nutrición saludable. Las vistas desde las zonas exteriores del balneario, con la sierra como telón de fondo, añaden un plus de serenidad a la experiencia.

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