En pleno corazón del sureste español descansa una joya urbana que demasiados viajeros pasan por alto en sus rutas por la península. La catedral de Murcia representa uno de los monumentos más extraordinarios del patrimonio religioso español, con una fachada barroca que compite en belleza con las más célebres de España. Esta capital, bañada por el Segura y bendecida por más de 300 días de sol al año, ofrece mucho más que huertos y paparajotes, destacando especialmente su desconocido balneario de aguas termales que se ha convertido en uno de los destinos preferidos por quienes buscan combinar cultura y bienestar.
El verano se presenta como la temporada ideal para redescubrir aquellos rincones nacionales que, pese a su indudable valor, permanecen eclipsados por destinos más mediáticos. Murcia, con su impresionante patrimonio arquitectónico, su exquisita gastronomía y su vibrante vida cultural, constituye el ejemplo perfecto de destino infravalorado que merece ocupar un lugar prioritario en la agenda de cualquier viajero con curiosidad auténtica. Los contrastes entre su casco histórico, dominado por la silueta inconfundible de su templo principal, y los modernos espacios de ocio y relax que han proliferado en los últimos años, convierten a esta capital en un destino sorprendente para quienes la visitan por primera vez.
3MURCIA: MUCHO MÁS QUE SU EMBLEMÁTICA CATEDRAL
La capital del Segura esconde innumerables atractivos más allá de su principal monumento religioso, configurando una propuesta cultural diversa y enriquecedora. El Real Casino de Murcia, recientemente restaurado, sorprende a los visitantes con sus lujosos salones decimonónicos y su espectacular patio árabe, evocador de los mejores espacios de la Alhambra granadina. Este edificio, declarado Monumento Histórico-Artístico, representa uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil murciana y alberga exposiciones temporales de gran calidad que complementan el valor artístico del propio inmueble.
Los amantes del arte encontrarán en el Museo de Bellas Artes y en el Museo Salzillo dos paradas obligatorias en su recorrido por Murcia. El primero alberga una interesante colección pictórica con obras desde el siglo XIV hasta la actualidad, destacando los lienzos de Pedro de Orrente, considerado el «Bassano español». Por su parte, el Museo Salzillo reúne la obra más representativa del genial escultor murciano del siglo XVIII, incluyendo el espectacular conjunto de su Belén, con más de 500 figuras de exquisita factura, y los pasos procesionales que cada Viernes Santo recorren las calles murcianas en una de las procesiones más emocionantes de España. El Museo Arqueológico completa la oferta museística con importantes colecciones que abarcan desde la prehistoria hasta la época islámica.