El consumo de café se ha convertido en un ritual mañanero para millones de españoles que buscan ese impulso energético para afrontar el día. La cafeína, ese estimulante que nos despierta y nos mantiene alerta, esconde secretos que la ciencia ha ido desvelando paulatinamente. Muchos experimentamos ese molesto bajón después de unas horas, esa sensación de cansancio repentino que nos hace pensar en una segunda o tercera taza.
Diversos estudios científicos revelan que existe una explicación bioquímica para este fenómeno tan común entre los consumidores habituales. Lo que pocos saben es que una simple modificación en nuestros hábitos matutinos podría cambiar por completo nuestra relación con esta sustancia. Esperar aproximadamente 90 minutos desde que nos levantamos hasta tomar el primer café podría ser la clave para evitar ese temido bajón de cafeína que tantos quebraderos de cabeza nos genera.
5LA CIENCIA DEL DESCANSO: ALIADA CONTRA EL BAJÓN DE CAFEÍNA

El consumo responsable de cafeína debe contemplarse dentro de un enfoque integral sobre nuestros hábitos de descanso y alimentación. Un sueño de calidad reduce nuestra dependencia de estimulantes y mejora nuestra respuesta metabólica a ellos. Dormir adecuadamente, respetando las fases del sueño y manteniendo horarios regulares, disminuye la acumulación excesiva de adenosina y potencia el efecto positivo de esos 90 minutos de espera antes del primer café.
La alimentación también juega un papel fundamental en nuestra respuesta a la cafeína. Consumir esta sustancia con el estómago vacío acelera su absorción y potencia el bajón posterior. Una ingesta equilibrada de proteínas y carbohidratos complejos, combinada con un consumo moderado de cafeína en los momentos estratégicos que hemos señalado, puede ser la combinación perfecta para mantener niveles energéticos estables durante toda la jornada. No se trata de renunciar a nuestro café matutino, sino de entender cómo funciona nuestro cuerpo para aprovechar al máximo sus beneficios sin sufrir sus inconvenientes.