La escalada en los precios de la electricidad ha convertido la gestión del consumo energético en una prioridad para los hogares españoles. Este aparato, presente en prácticamente todas las viviendas modernas, puede estar devorando silenciosamente tu presupuesto familiar sin que seas consciente de ello. La cocina eléctrica, con sus placas vitrocerámicas o de inducción, representa uno de los mayores sumideros energéticos domésticos, especialmente cuando su uso no se optimiza adecuadamente.
El consumo descontrolado de electricidad no solo afecta al bolsillo, sino que también tiene implicaciones medioambientales significativas en un contexto de crisis climática. Los expertos en eficiencia energética llevan años advirtiendo sobre la necesidad de revisar nuestros hábitos de consumo, empezando por aquellos electrodomésticos que requieren mayor potencia para su funcionamiento. Entre estos dispositivos, la cocina eléctrica destaca como uno de los principales responsables del incremento en las facturas mensuales, especialmente en hogares donde se cocina con frecuencia.
3HÁBITOS COTIDIANOS QUE MULTIPLICAN TU FACTURA

El uso inadecuado de la cocina eléctrica puede duplicar su consumo energético habitual. Entre los errores más comunes destaca la falta de correspondencia entre el tamaño del recipiente y el de la zona de cocción. Utilizar una cazuela pequeña en un fogón grande genera un desperdicio energético considerable, ya que parte del calor generado se disipa en el aire sin cumplir su función culinaria.
Otro factor determinante es mantener las placas encendidas más tiempo del necesario, especialmente al finalizar la cocción. Esta práctica, muy extendida, desperdicia una cantidad significativa de energía. Los expertos recomiendan apagar el aparato unos minutos antes de terminar la cocción, aprovechando así el calor residual para completar el proceso sin consumo adicional. Asimismo, cocinar sin tapar los recipientes puede aumentar hasta en un 30% el tiempo necesario para calentar los alimentos, incrementando proporcionalmente el gasto energético.