La cocina se ha convertido en el escenario de numerosos accidentes domésticos que podrían evitarse con simples precauciones. El uso cotidiano del microondas está detrás de uno de los percances más habituales y potencialmente peligrosos que ocurren en nuestros hogares, especialmente cuando calentamos líquidos sin tomar las medidas adecuadas. Este electrodoméstico, presente en prácticamente todas las viviendas españolas, puede provocar quemaduras graves si no se maneja correctamente al calentar bebidas como café, té o leche.
Muchos desconocen que al introducir una taza con algún líquido en el microondas sin ningún elemento que rompa la tensión superficial, se produce un fenómeno físico llamado sobrecalentamiento. Este proceso puede desencadenar una explosión espontánea del líquido cuando introducimos una cucharilla o añadimos algún ingrediente tras sacarlo del electrodoméstico, provocando salpicaduras a alta temperatura que ocasionan quemaduras en manos, brazos o incluso rostro. Las estadísticas demuestran que miles de personas acuden anualmente a urgencias por este motivo tan aparentemente banal pero con consecuencias potencialmente graves.
2LA SOLUCIÓN ES TAN SIMPLE QUE PARECE MENTIRA: UNA CUCHARILLA PUEDE SALVARTE DE QUEMADURAS GRAVES

Contrariamente a la creencia popular de que nunca debe introducirse metal en el microondas, los expertos recomiendan colocar una cucharilla dentro de la taza mientras se calienta el líquido. Esta práctica, avalada por físicos e ingenieros especializados en electrodomésticos, rompe con uno de los mitos más extendidos sobre el uso de estos aparatos. La presencia de este utensilio metálico actúa como punto de nucleación perfecto para que las burbujas se formen de manera controlada durante el proceso de calentamiento, evitando así el sobrecalentamiento y la posterior explosión del líquido.
Es importante matizar que esta recomendación se aplica específicamente a cucharillas y no a cualquier objeto metálico, ya que su forma redondeada sin bordes afilados ni puntas minimiza el riesgo de generar chispas. El microondas funciona mediante la agitación de las moléculas de agua presentes en los alimentos, y la cucharilla metálica, al permanecer sumergida en el líquido, no alcanza temperaturas peligrosas ni provoca los temidos arcos eléctricos que sí podrían producirse con otros objetos metálicos. Los fabricantes de estos electrodomésticos han comenzado a incluir esta recomendación en sus manuales de instrucciones tras comprobar que el número de accidentes relacionados con líquidos sobrecalentados ha disminuido considerablemente en aquellos hogares que aplican esta sencilla medida, demostrando que a veces las soluciones más efectivas son también las más simples.