lunes, 28 abril 2025

Este es el accidente doméstico más tonto y peligroso, y tu microondas tiene la culpa

La cocina se ha convertido en el escenario de numerosos accidentes domésticos que podrían evitarse con simples precauciones. El uso cotidiano del microondas está detrás de uno de los percances más habituales y potencialmente peligrosos que ocurren en nuestros hogares, especialmente cuando calentamos líquidos sin tomar las medidas adecuadas. Este electrodoméstico, presente en prácticamente todas las viviendas españolas, puede provocar quemaduras graves si no se maneja correctamente al calentar bebidas como café, té o leche.

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Muchos desconocen que al introducir una taza con algún líquido en el microondas sin ningún elemento que rompa la tensión superficial, se produce un fenómeno físico llamado sobrecalentamiento. Este proceso puede desencadenar una explosión espontánea del líquido cuando introducimos una cucharilla o añadimos algún ingrediente tras sacarlo del electrodoméstico, provocando salpicaduras a alta temperatura que ocasionan quemaduras en manos, brazos o incluso rostro. Las estadísticas demuestran que miles de personas acuden anualmente a urgencias por este motivo tan aparentemente banal pero con consecuencias potencialmente graves.

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LA FÍSICA DETRÁS DEL PELIGRO INVISIBLE QUE ACECHA EN TU COCINA

Fuente: Freepik

El fenómeno físico que se esconde tras este riesgo tiene una explicación científica relativamente sencilla pero desconocida para la mayoría de usuarios de microondas. Cuando calentamos un líquido en este electrodoméstico, la energía se distribuye de manera uniforme por toda la sustancia elevando su temperatura por encima del punto de ebullición sin que aparezcan las características burbujas que nos alertarían de este sobrecalentamiento. La ausencia de imperfecciones o puntos de nucleación en el recipiente permite que el líquido permanezca en este estado inestable hasta que algo perturba su equilibrio, momento en el cual se produce la violenta ebullición que puede provocar quemaduras.

Los recipientes de superficie lisa como las tazas de cerámica o vidrio perfectamente pulidas favorecen especialmente este fenómeno al no proporcionar esos puntos de nucleación necesarios para la formación natural de burbujas. El microondas agrava esta situación porque calienta el líquido de forma homogénea, a diferencia de lo que ocurre en un cazo convencional donde el calor se transmite desde la base y genera una ebullición gradual y visible. Los expertos en seguridad doméstica advierten que este accidente se produce con más frecuencia de lo que imaginamos y que afecta especialmente a personas mayores o niños cuya piel es más sensible a las quemaduras, pudiendo dejar secuelas permanentes en los casos más graves.

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