El mercado de vehículos de ocasión en España crece imparable cada año, convirtiéndose en una alternativa cada vez más atractiva para quienes buscan renovar su automóvil sin afrontar el desembolso que supone uno nuevo. La OCU viene advirtiendo sistemáticamente sobre los riesgos que esta opción conlleva cuando se realiza sin las debidas precauciones, especialmente en un sector donde determinadas prácticas fraudulentas parecen haberse normalizado.
Las denuncias recibidas por la Organización de Consumidores y Usuarios revelan un panorama preocupante para los compradores desprevenidos. Los datos recopilados por la OCU muestran que miles de españoles caen cada año en trampas perfectamente orquestadas por vendedores sin escrúpulos, quienes han desarrollado técnicas sofisticadas para ocultar defectos graves en los vehículos que ponen a la venta. Este problema adquiere dimensiones considerables cuando analizamos que aproximadamente uno de cada cinco coches usados comercializados presenta algún tipo de irregularidad significativa en su historial que podría comprometer seriamente su seguridad o valor real.
5LA BATALLA LEGAL: QUÉ HACER SI HAS SIDO VÍCTIMA SEGÚN LA OCU

Para quienes ya han caído en alguna de estas trampas, la OCU ofrece un protocolo de actuación claro. El primer paso consiste en documentar exhaustivamente las irregularidades detectadas, preferiblemente mediante informes periciales realizados por profesionales independientes que puedan certificar técnicamente la existencia del fraude. Estos informes, cuando están correctamente elaborados y documentados, constituyen una herramienta fundamental en caso de tener que emprender acciones legales contra el vendedor.
La legislación española contempla mecanismos de protección para los compradores afectados por estas prácticas fraudulentas. La OCU recuerda que la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios establece garantías específicas para bienes de segunda mano, incluidos los automóviles, con plazos de reclamación que pueden extenderse hasta tres años en casos de vicios ocultos o información engañosa. Las estadísticas recopiladas por la organización muestran que aproximadamente el 70% de las reclamaciones bien documentadas se resuelven favorablemente para el consumidor, ya sea mediante negociación directa o intervención judicial. Sin embargo, la OCU advierte que muchos compradores afectados nunca llegan a reclamar, bien por desconocimiento de sus derechos o por la percepción errónea de que poco puede hacerse una vez cerrada la compraventa, permitiendo que estas prácticas fraudulentas sigan prosperando en un mercado insuficientemente regulado y controlado.