lunes, 28 abril 2025

OCU señala la práctica tramposa más común al vender coches de segunda mano.

El mercado de vehículos de ocasión en España crece imparable cada año, convirtiéndose en una alternativa cada vez más atractiva para quienes buscan renovar su automóvil sin afrontar el desembolso que supone uno nuevo. La OCU viene advirtiendo sistemáticamente sobre los riesgos que esta opción conlleva cuando se realiza sin las debidas precauciones, especialmente en un sector donde determinadas prácticas fraudulentas parecen haberse normalizado.

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Las denuncias recibidas por la Organización de Consumidores y Usuarios revelan un panorama preocupante para los compradores desprevenidos. Los datos recopilados por la OCU muestran que miles de españoles caen cada año en trampas perfectamente orquestadas por vendedores sin escrúpulos, quienes han desarrollado técnicas sofisticadas para ocultar defectos graves en los vehículos que ponen a la venta. Este problema adquiere dimensiones considerables cuando analizamos que aproximadamente uno de cada cinco coches usados comercializados presenta algún tipo de irregularidad significativa en su historial que podría comprometer seriamente su seguridad o valor real.

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CÓMO PROTEGERTE: LAS RECOMENDACIONES DE LA OCU QUE TODO COMPRADOR DEBE CONOCER

Fuente: Freepik

Ante este panorama, la OCU ha desarrollado un conjunto de recomendaciones específicas para quienes se plantean la adquisición de un vehículo usado. La organización insiste en la importancia de solicitar un informe detallado del historial del vehículo a través de la DGT o empresas especializadas antes de cerrar cualquier operación. Estos documentos, por un coste relativamente bajo en comparación con el precio del coche, pueden revelar inconsistencias en el kilometraje registrado en diferentes ITV, cambios de titularidad sospechosos o accidentes reportados a compañías aseguradoras que hayan dejado huella administrativa.

La inspección física por parte de un mecánico independiente representa otra recomendación fundamental de la OCU. Un profesional experimentado puede identificar señales sutiles de manipulación en el odómetro, detectar reparaciones estructurales realizadas con materiales inadecuados o identificar patrones de desgaste inconsistentes con el kilometraje declarado. La organización también aconseja probar exhaustivamente el vehículo en diferentes condiciones de conducción, prestando especial atención a comportamientos anómalos en frenadas, aceleraciones o paso por curva. Según la OCU, invertir entre 100 y 200 euros en una revisión profesional antes de la compra puede ahorrar miles en reparaciones futuras y, potencialmente, evitar situaciones de peligro derivadas de fallos mecánicos imprevistos en componentes críticos.

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