domingo, 27 abril 2025

OCU señala la práctica tramposa más común al vender coches de segunda mano.

El mercado de vehículos de ocasión en España crece imparable cada año, convirtiéndose en una alternativa cada vez más atractiva para quienes buscan renovar su automóvil sin afrontar el desembolso que supone uno nuevo. La OCU viene advirtiendo sistemáticamente sobre los riesgos que esta opción conlleva cuando se realiza sin las debidas precauciones, especialmente en un sector donde determinadas prácticas fraudulentas parecen haberse normalizado.

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Las denuncias recibidas por la Organización de Consumidores y Usuarios revelan un panorama preocupante para los compradores desprevenidos. Los datos recopilados por la OCU muestran que miles de españoles caen cada año en trampas perfectamente orquestadas por vendedores sin escrúpulos, quienes han desarrollado técnicas sofisticadas para ocultar defectos graves en los vehículos que ponen a la venta. Este problema adquiere dimensiones considerables cuando analizamos que aproximadamente uno de cada cinco coches usados comercializados presenta algún tipo de irregularidad significativa en su historial que podría comprometer seriamente su seguridad o valor real.

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HISTORIAL DE SINIESTROS OCULTOS: LA ADVERTENCIA CLAVE DE LA OCU PARA COMPRADORES

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Uno de los hallazgos más alarmantes en las investigaciones de la OCU se refiere a vehículos que han sufrido accidentes graves y son reparados superficialmente para su posterior venta. Los datos recopilados por la organización indican que aproximadamente un 15% de los coches de segunda mano que se comercializan han sufrido daños estructurales significativos que se ocultan deliberadamente al comprador. La gravedad de esta situación radica en que estas reparaciones, cuando no se realizan siguiendo los protocolos establecidos por el fabricante y con piezas homologadas, comprometen seriamente la integridad estructural del vehículo.

Las consecuencias potenciales de este tipo de fraude pueden ser devastadoras. La OCU ha documentado casos donde coches con defensas, largueros o pilares estructurales incorrectamente reparados han sufrido comportamientos catastróficos en accidentes posteriores. Un vehículo con un chasis comprometido puede plegarse de formas imprevistas ante un impacto, anulando la efectividad de elementos de seguridad como airbags o zonas de deformación programada diseñadas para proteger a los ocupantes. Esta práctica fraudulenta no solo afecta al bolsillo del comprador incauto, sino que pone directamente en riesgo vidas humanas, razón por la cual la OCU ha intensificado sus campañas de concienciación sobre este problema particular.

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