sábado, 26 abril 2025

El alimento que nunca debes recalentar en el microondas o liberarás toxinas ocultas

La rutina diaria nos empuja constantemente a buscar soluciones rápidas en la cocina como es el caso del microondas. Recalentar sobras se ha convertido en un hábito tan común que pocas veces nos detenemos a pensar en los posibles riesgos que entraña esta práctica con ciertos alimentos. El arroz, ese alimento básico presente en infinidad de hogares españoles, esconde un peligro del que muchos consumidores no son conscientes: bajo determinadas circunstancias, puede convertirse en una auténtica bomba de toxinas capaz de provocar graves problemas digestivos.

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Cada día, millones de personas en España disfrutan de un buen plato de paella, arroz con leche o una simple guarnición de arroz blanco, sin saber que las sobras mal conservadas podrían ser el origen de una intoxicación alimentaria. Los expertos en seguridad alimentaria llevan años advirtiendo sobre los riesgos de recalentar ciertos productos, pero la información no siempre llega al consumidor final, dejándonos expuestos a peligros que podrían evitarse fácilmente con algunos conocimientos básicos.

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CÓMO EVITAR INTOXICACIONES AL RECALENTAR ESTOS ALIMENTOS

Fuente: Freepik

No todo está perdido para los amantes de las sobras. Existen técnicas adecuadas para minimizar los riesgos asociados con el recalentamiento de estos alimentos. En el caso del arroz, es fundamental refrigerarlo dentro de las dos horas siguientes a su cocción inicial y conservarlo en recipientes poco profundos para que el enfriamiento sea más rápido y uniforme. Además, nunca debe permanecer más de un día en la nevera antes de consumirse.

Para las espinacas y otras verduras de hoja verde, lo ideal es consumirlas recién cocinadas y evitar guardar las sobras. Si decides recalentarlas, debes asegurarte de que alcanzan una temperatura muy elevada en toda su masa y consumirlas inmediatamente, sin volver a dejarlas enfriar. En cuanto al pollo, la recomendación de los expertos es clara: si es posible, evita recalentarlo. Si no tienes más remedio, hazlo de forma que el calor llegue por igual a todas las partes de la carne, preferiblemente utilizando métodos alternativos al microondas.

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