Resulta casi inevitable sentir que nuestros pasos digitales dejan una huella imborrable, una especie de diario íntimo que no escribimos conscientemente. La omnipresencia de Facebook en el ecosistema digital moderno va mucho más allá de las publicaciones que compartimos o los ‘me gusta’ que repartimos, adentrándose en terrenos que muchos usuarios desconocen por completo. Esta sensación de vigilancia sutil pero constante genera una inquietud creciente en una sociedad cada vez más consciente de la importancia de su privacidad.
Poca gente es consciente de que existe una función específica diseñada para recopilar información sobre nuestra interacción con otras empresas y organizaciones fuera de la propia plataforma, una práctica que alimenta directamente sus potentes algoritmos publicitarios. Este flujo de datos, conocido como ‘Actividad fuera de Facebook’, opera en segundo plano, tejiendo una red de información personal que puede resultar abrumadora cuando se descubre. La buena noticia es que, aunque oculta, existe la posibilidad de gestionar y limitar este intercambio de información, recuperando una parcela de control sobre nuestra privacidad digital.
4¡MANOS A LA OBRA! DESACTIVANDO EL ESPÍA EN TU CONFIGURACIÓN DE FACEBOOK

Afortunadamente, la plataforma ofrece herramientas para gestionar esta recopilación de datos, aunque no siempre son fáciles de encontrar ni se publicitan activamente. Para acceder a ellas, hay que navegar hasta la sección de ‘Configuración y privacidad’, luego ‘Configuración’, buscar el apartado ‘Tu información de Facebook’ y finalmente seleccionar ‘Actividad fuera de Facebook’. Allí se puede visualizar un resumen de las empresas que han compartido información, ofreciendo una imagen clara, y a menudo sorprendente, del alcance de este rastreo silencioso.
Dentro de esta sección, existen dos acciones principales: ‘Desvincular historial’ y ‘Administrar actividad futura’, cada una con un propósito distinto pero complementario. La primera borra la conexión entre la actividad pasada recopilada y nuestra cuenta personal, mientras que la segunda, la opción crucial para limitar el rastreo futuro, permite desactivar la vinculación de la nueva actividad que las empresas compartan con Facebook. Es importante entender que esto no impide que las empresas recopilen nuestros datos usando sus propias herramientas o las de otros socios, pero sí evita que Facebook los asocie directamente a nuestro perfil personal para fines como la personalización de anuncios o la mejora de sus algoritmos internos.