Uno de los errores más comunes e inadvertidos que cometemos al volante puede estar destruyendo lentamente nuestro vehículo sin que nos demos cuenta. La DGT ha lanzado recientemente una advertencia sobre un despiste relacionado con el freno de mano que podría tener consecuencias devastadoras para nuestro coche, y sorprendentemente, no se trata de olvidar activarlo cuando aparcamos. Este fallo, aparentemente menor, está provocando averías costosas y situaciones de riesgo en las carreteras españolas.
Lo que muchos conductores desconocen es que circular con el freno de mano ligeramente accionado supone un peligro considerable tanto para la mecánica del vehículo como para la seguridad vial. Este hábito, que puede pasar completamente desapercibido durante kilómetros, genera un sobrecalentamiento progresivo del sistema de frenado que acaba por deteriorar componentes esenciales y, en casos extremos, puede desencadenar incendios o fallos catastróficos en plena marcha. La DGT insiste en la importancia de revisar este elemento antes de iniciar cualquier trayecto.
5CÓMO PROTEGER TU VEHÍCULO Y EVITAR ESTE COSTOSO ERROR
Adoptar algunos hábitos sencillos puede ayudarnos a prevenir este problema y prolongar la vida útil de nuestro sistema de frenos. La DGT recomienda comprobar visualmente el cuadro de instrumentos antes de iniciar la marcha, verificando que no hay testigos luminosos relacionados con el sistema de frenos encendidos. Esta simple rutina puede evitarnos sorpresas desagradables y reparaciones costosas.
En el caso de vehículos equipados con freno de mano tradicional, es aconsejable asegurarse de que la palanca desciende completamente hasta su posición de reposo al desactivarlo. Los mecánicos especializados sugieren realizar ocasionalmente una comprobación adicional después de los primeros metros de conducción, deteniéndose brevemente para verificar que no se perciben resistencias anómalas ni olores característicos de sobrecalentamiento. Para los modelos con freno electrónico, la recomendación es familiarizarse a fondo con los distintos avisos e indicadores que incorpora el vehículo, prestando especial atención a aquellos relacionados con el sistema de frenado y asegurándose de que la desactivación se ha producido correctamente antes de iniciar la marcha. La DGT insiste en que estas pequeñas precauciones pueden ahorrarnos disgustos mayores y contribuir decisivamente a nuestra seguridad en carretera.