Uno de los errores más comunes e inadvertidos que cometemos al volante puede estar destruyendo lentamente nuestro vehículo sin que nos demos cuenta. La DGT ha lanzado recientemente una advertencia sobre un despiste relacionado con el freno de mano que podría tener consecuencias devastadoras para nuestro coche, y sorprendentemente, no se trata de olvidar activarlo cuando aparcamos. Este fallo, aparentemente menor, está provocando averías costosas y situaciones de riesgo en las carreteras españolas.
Lo que muchos conductores desconocen es que circular con el freno de mano ligeramente accionado supone un peligro considerable tanto para la mecánica del vehículo como para la seguridad vial. Este hábito, que puede pasar completamente desapercibido durante kilómetros, genera un sobrecalentamiento progresivo del sistema de frenado que acaba por deteriorar componentes esenciales y, en casos extremos, puede desencadenar incendios o fallos catastróficos en plena marcha. La DGT insiste en la importancia de revisar este elemento antes de iniciar cualquier trayecto.
1EL ERROR SILENCIOSO QUE ESTÁ ARRUINANDO TU SISTEMA DE FRENOS

Circular con el freno de mano parcialmente activado es un error más frecuente de lo que imaginamos, especialmente en vehículos modernos donde el tradicional freno de mano ha sido sustituido por botones electrónicos. Este fallo se produce generalmente tras un accionamiento incompleto del mecanismo de liberación, dejando el sistema en una posición intermedia que mantiene una ligera presión sobre los frenos. Los conductores no perciben inicialmente resistencia notable, pero el daño comienza desde el primer kilómetro recorrido en estas condiciones.
El sistema de frenos está diseñado para soportar altas temperaturas durante periodos breves, como en frenadas intensas, pero no para mantener una fricción constante durante largos trayectos. La DGT alerta sobre cómo este sobrecalentamiento prolongado degrada rápidamente tanto las pastillas como los discos de freno, reduciendo drásticamente su vida útil y comprometiendo la eficacia de frenado del vehículo. Esta situación no solo implica un gasto económico considerable en reparaciones, sino que también supone un riesgo para la seguridad de todos los usuarios de la vía.