Zaragoza es mucho más que una ciudad vibrante y monumental; sus alrededores esconden verdaderas joyas que parecen detenidas en el tiempo. A pocos kilómetros de la capital aragonesa, se encuentra uno de esos destinos capaces de transportarnos directamente a la Edad Media: Daroca. Un pueblo amurallado que combina historia, leyendas y una belleza serena que cautiva a todo el que lo visita.
Pasear por las calles de Daroca es una experiencia mágica. Su entramado urbano, perfectamente conservado, nos habla de un pasado esplendoroso, cuando Zaragoza y su entorno eran escenarios clave en la historia de la península. Para quienes buscan una escapada distinta, llena de encanto y autenticidad, este rincón medieval es sin duda una de las mejores opciones a poca distancia de Zaragoza.
1Viaja al corazón de la Edad Media en esta provincia de Zaragoza
Zaragoza presume de tener en su provincia un lugar como Daroca, cuyo impresionante conjunto amurallado de más de cuatro kilómetros convierte al pueblo en un auténtico museo al aire libre. Al cruzar sus puertas, como la famosa Puerta Alta o la Puerta Baja, el visitante siente que abandona el presente para adentrarse en un escenario de cuentos medievales.
Entre sus monumentos más destacados están la Basílica de Santa María, con su impactante portada románica, y el sistema de murallas que trepa por las colinas, abrazando la villa. Perderse por sus callejuelas es encontrarse con plazas encantadoras, casas solariegas y rincones que susurran historias de caballeros, mercaderes y leyendas, como la del Milagro de los Corporales, tan importante para la tradición local y para todo Aragón.
