Para el alcalde de Madrid, José Luís Martínez-Almeida, el turismo es una de la principales fuentes económicas de la capital. Y para su correcta normalización, según indica el consistorio, se han realizado tres proyectos que se esperan que estructuren este sector tan vital.
Estos elementos son: Plan RESIDE para controlar los pisos turísticos ilegales y la nueva Estrategia de Movilidad Turística, con mucho peso en su desarrollo del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el Plan de Descentralización Turística, liderado por la concejala delegada de Turismo, Almudena Maíllo, que supuestamente ampliará el impacto positivo del turismo a todos los barrios de Madrid.
DESCENTRALIZACIÓN TURÍSTICA
El Plan de Descentralización Turística es una ambiciosa hoja de ruta que busca ampliar y diversificar la experiencia del visitante más allá de los enclaves tradicionales de Madrid, promoviendo una distribución equilibrada de los flujos turísticos por toda la capital. “Madrid tiene margen para crecer sin tensionar su modelo”, opina Maíllo, “ya que la ciudad cuenta con una presión turística inferior a la de otros destinos urbanos globales y eso la coloca en una posición estratégica”.

La responsable municipal de Turismo destacó que este plan nace de un “riguroso ejercicio de análisis y escucha, con el apoyo de herramientas de inteligencia artificial como MadridChatGPT, que tiene presencia en 125 países”, lo que permite identificar los atributos únicos de cada zona, conocer mejor las motivaciones reales de los visitantes y construir un relato turístico barrio a barrio, dando voz a cada rincón de la ciudad.
La estrategia persigue tres grandes objetivos: redistribuir los beneficios del turismo para que lleguen a más barrios, consolidar a Madrid como un destino que se disfruta los 365 días del año y mejorar la convivencia entre madrileños y visitantes. “En Madrid, cada barrio es un destino por descubrir y vivir, por eso, proponemos una nueva forma de mirar la ciudad”, remarca Maíllo.
El despliegue del plan incluye una identidad visual diferenciada para cada zona turística, con campañas digitales, mupis, branded content, merchandising, vídeos promocionales y eventos. La campaña de lanzamiento, que se inicia la próxima semana, se presenta bajo el lema ‘Te faltan calles’, un guiño cercano y reconocible con el que se invita a visitantes y madrileños a descubrir las calles con historia, sabor y vida local de los barrios de Madrid.
Las primeras zonas protagonistas de esta campaña serán Carabanchel, El Capricho y la Casa de Campo. En total, la primera fase del plan abarcará 22 zonas turísticas, entre las que se encuentran Salamanca, Lavapiés, Usera, Madrid Río, Las Quintas, Chueca, Chamberí o Gran Vía. Posteriormente, se sumarán nueve zonas más, como Paseo del Arte, Villaverde, Ventas, Moratalaz, San Blas, Pacífico, Prosperidad, Ciudad Universitaria y Delicias.
IMPORTANCIA DE LA MOVILIDAD
Por su parte, Carabante, asegura que este Plan de Estrategia de Movilidad Turística que mejorará los servicios ofrecidos a los visitantes y el sistema de transportes de la ciudad. Este ambicioso conjunto de medidas, desarrolladas en el marco de la Estrategia Madrid 360, tendrá como objetivos ofrecer a los visitantes la mayor variedad posible de alternativas con un elevado nivel, que las iniciativas aplicadas redunden positivamente en la economía de la ciudad y que todo ello sea compatible con el respeto al medio ambiente y al sistema de movilidad que utilizan los propios madrileños en su rutina diaria.
En lo que concierne a la movilidad, los turistas son protagonistas en la ciudad de Madrid de medio millón de desplazamientos diarios de media, siendo mayor este dato en los meses de otoño e invierno. Barajas, Chamartín, Centro, Retiro y Arganzuela son los distritos que registran un mayor volumen de desplazamientos. La mayoría de ellos (un 78 %) llegan a la ciudad en avión, frente al 18 % que lo hace en tren y el 4 % que accede por carretera.
En su desplazamiento hasta el lugar en el que se alojan, las opciones preferidas son el Metro y el taxi (con un 32 % cada una), seguidos de los VTC (15 %), vehículo privado (6 %), autobús urbano (4 %), autobús discrecional (4 %), Cercanías (1 %) y autobús interurbano (1 %). Un 5 % se desplaza caminando hasta el alojamiento. Una vez establecidos en la capital, el 40 % de los desplazamientos los realizan caminando, el 29 % en Metro y el 8 % en autobús urbano de la EMT Madrid. El resto de los desplazamientos los completan en taxi (7 %), VTC (4 %), vehículo privado (4 %), autobús turístico (2 %), Cercanías (2 %) y autobús discrecional (2 %).

Entre las principales novedades se encuentra la nueva regulación del servicio de autobuses turísticos, que limitará las rutas que saturen las vías principales de la ciudad, incorporando criterios ambientales estrictos. Las nuevas rutas ‘Madrid Histórico’, ‘Madrid Moderna Bernabéu’ y ‘Madrid Moderna Ventas’ sustituirán a las actuales, y solo podrán operar vehículos con categoría CERO emisiones o ECO. Además, se exigirá a las empresas informar sobre el número de viajeros transportados y la franja horaria y rutas completadas.
La estrategia también prevé la creación de nuevas rutas peatonales turísticas bajo la iniciativa ‘Anda Madrid’, con seis itinerarios conectados a los principales puntos turísticos y zonas verdes de la ciudad, y accesibles desde códigos QR, la web municipal y oficinas de turismo. Se reforzarán además las rutas ya existentes, como la del Paisaje de la Luz, la Castellana o la de Chinatown-Usera.
Otras medidas destacadas incluyen la optimización del servicio de taxi y VTC en áreas de alta demanda turística; la reforma de las paradas de autobuses turísticos y discrecionales; un control intensivo del estacionamiento indebido de los vehículos ‘tuk tuk’; una nueva regulación de las paradas de hoteles; la petición a Adif para que diseñe un plan para los nuevos aparcamientos de taxis en Atocha y Chamartín; y una mejora de la comunicación y señalización turística para moverse de forma sostenible por Madrid. La estrategia contempla, asimismo, un nuevo plan de información sobre los efectos de los grandes eventos en la movilidad de la ciudad, con el objetivo de minimizar su impacto y mejorar la planificación de los desplazamientos por parte de los visitantes.
