En España, la relación con los electrodomésticos va más allá de lo funcional. Algunos españoles han decidido darles un toque de personalidad… ¡poniéndoles nombre! Lo contaron en el programa “Las Mañanas Kiss”, donde María Lama compartió una tendencia tan peculiar como divertida y es que desde la lavadora hasta el robot aspirador, hay quienes eligen bautizar a estos aparatos como si fueran parte de la familia.
Aunque no es una práctica generalizada, se estima que al menos el 61% de los españoles tiene esta costumbre. La idea, más allá del simple gesto, habla de una conexión más cercana con los objetos del día a día. Para algunos, nombrar a sus electrodomésticos hace que las tareas del hogar sean más llevaderas; para otros, es una forma de expresar humor o cariño. Lo cierto es que esta curiosa moda ha dado pie a nombres ingeniosos y creativos que reflejan la personalidad del dueño… o la del aparato.
3El motivo de los españoles para ponerle nombres a los electrodomésticos, según los expertos

La investigación que respalda esta peculiar tendencia fue realizada por la firma Shark, especializada en electrodomésticos inteligentes, quienes quisieron entender por qué algunas personas deciden ponerle nombre a sus aparatos. Los resultados reflejan una relación cada vez más emocional con la tecnología del hogar, algo que va mucho más allá de la funcionalidad. Según Guy Laban, investigador asociado postdoctoral en la Universidad de Cambridge, «Es fascinante cómo las personas están adoptando la tecnología en sus hogares. Los robots no solo facilitan nuestras vidas, sino que también pueden mejorar nuestro estado de ánimo, haciendo que las personas se sientan más reconfortadas y menos solas.»
El estudio destaca que esa necesidad de conexión emocional no es casualidad. La interacción constante con estos dispositivos, especialmente los que tienen cierta autonomía o capacidad de respuesta, genera una especie de vínculo afectivo. En palabras del propio Laban: «No me sorprende que la gente ponga nombres a sus robots aspiradores, ya que esto refuerza y personifica la conexión emocional que se forma cuando los robots, como los robots aspiradores, operan en espacios sociales o responden a señales sociales. Creo que esta tendencia será cada vez más común y que en los próximos años veremos a más personas adoptar compañeros robóticos en sus hogares.»