A diario circulamos por las carreteras españolas sin prestar suficiente atención a lo único que nos mantiene en contacto con el asfalto. Los neumáticos representan uno de los elementos más críticos para la seguridad vial, y la DGT no cesa en sus campañas para concienciar sobre este aspecto fundamental del mantenimiento vehicular. Conducir con ruedas en mal estado no solo pone en peligro tu vida y la de los demás, sino que también puede dejarte sin un buen pellizco en tu bolsillo debido a las sanciones establecidas.
El estado de los neumáticos determina directamente la capacidad de respuesta del vehículo ante situaciones imprevistas. Cuando llueve, nieva o simplemente hay que realizar una frenada de emergencia, los milímetros de dibujo que separan tu coche del asfalto pueden marcar la diferencia entre llegar a casa o protagonizar un siniestro. La DGT insiste en que revisar periódicamente este componente es tan esencial como repostar combustible, aunque muchos conductores lo releguen a un segundo plano hasta que es demasiado tarde.
5LAS MULTAS: CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE UNA NEGLIGENCIA EVITABLE

La normativa vigente contempla sanciones contundentes para quienes descuidan este aspecto fundamental de la seguridad vial. Circular con neumáticos en mal estado está tipificado como infracción grave, con multas que oscilan entre los 200 y 500 euros dependiendo de la gravedad del defecto y el criterio del agente. La DGT ha intensificado los controles específicos sobre el estado de los elementos de seguridad de los vehículos, con especial atención a las ruedas.
En casos extremos donde el estado de los neumáticos suponga un peligro manifiesto para la circulación, los agentes de la DGT tienen potestad para inmovilizar el vehículo hasta que se subsane la deficiencia. Este escenario implica no solo la multa correspondiente, sino también los gastos derivados del traslado en grúa y las posibles complicaciones logísticas si ocurre lejos del domicilio habitual. La DGT recalca que estas medidas no tienen afán recaudatorio sino preventivo, buscando eliminar de las carreteras vehículos que constituyen verdaderas bombas de relojería rodantes.