En plena época estival, con el calor apretando y las ventanillas bajadas, muchos conductores optan por sacar el codo mientras circulan por nuestras carreteras. Lo que parece un gesto inofensivo y refrescante se ha convertido en objeto de controversia después de que la DGT haya confirmado que puede considerarse una infracción sancionable. Esta práctica tan común y aparentemente inocua podría vaciarnos el bolsillo con hasta 100 euros de multa por considerarse, en determinadas circunstancias, una conducción negligente.
El debate sobre los límites entre la comodidad al volante y la seguridad vial ha vuelto a ponerse sobre la mesa tras las recientes declaraciones de portavoces oficiales. En las últimas semanas, varios conductores han sido sancionados por llevar el brazo fuera del habitáculo del vehículo de forma continuada, lo que ha generado cierta confusión entre los usuarios de la vía. Mientras algunos consideran esta medida como excesiva, otros defienden que cualquier postura que pueda comprometer la capacidad de reacción al volante debe ser objeto de sanción.
4OPINIONES ENCONTRADAS ENTRE LOS CONDUCTORES ESPAÑOLES

La polémica generada por estas sanciones ha dividido a los conductores españoles. Por un lado, muchos usuarios consideran que se trata de una medida desproporcionada que atenta contra la libertad individual, especialmente en épocas de calor intenso donde bajar la ventanilla y adoptar posturas más cómodas resulta casi instintivo. Las redes sociales se han llenado de comentarios irónicos cuestionando los límites de la normativa, preguntándose si pronto será también sancionable apoyar el codo en la ventanilla sin sacarlo o incluso cambiar la emisora de radio mientras se conduce, en lo que consideran una deriva excesivamente intervencionista.
En el otro extremo se sitúan quienes defienden cualquier medida orientada a mejorar la seguridad vial. Este sector recuerda que la DGT no establece normas arbitrarias, sino que todas sus decisiones están respaldadas por estudios técnicos y estadísticas de siniestralidad. Según esta perspectiva, el hecho de que una práctica sea común no significa necesariamente que sea segura, como demuestra la elevada cifra de accidentes causados por distracciones aparentemente inofensivas como consultar el móvil brevemente o modificar la configuración del navegador en marcha. Los defensores de la medida insisten en que la normativa debe evolucionar para adaptarse a los riesgos reales identificados en la carretera.