La declaración de Emilio Argüeso, ex secretario de Emergencias de la Generalitat de Valencia entre julio y diciembre de 2024 el pasado 11 de abril ha sido relevante para esclarecer algunos puntos oscuros sobre la gestión de la DANA que dejó 225 muertos a su paso. Argüeso detalló sin pelos en la lengua todos los errores cometidos aquel fatídico 29 de octubre de 2024 y fue tajante al exculpar al presidente valenciano Carlos Mazón: «el presidente de la Generalitat no es miembro del CECOPI, no fue convocado y su ausencia no supuso un retraso, cuando llegó el Sr. Mazón no se retrasó la toma de decisiones ni siquiera unos minutos».
Argüeso, que declaró como imputado, recordó ante la juez de Catarroja que instruye el caso que «se declara la preemergencia (situación 0) el 24-10-24 y se avisa a los ayuntamientos» y matizó que «el subdirector de emergencias es responsable del seguimiento, control, operación y toma de decisiones de cualquier tipo de emergencias y el de la jefa de servicios es la de gestionar la sala del 112, es la responsable de la sala 112. El subdirector general Sr. Suárez (Jorge) tenía permiso laboral del 22 al 29 de octubre y la jefa de servicio era la Sra. Inmaculada Piles».
El día de los hechos, 29 de octubre, Argüeso comenzó la jornada a las 7.00 horas en su despacho «porque tenía una comparecencia con un juez de Alicante y luego una reunión. A las 7 y pico hablé con Inma solicitando novedades y ésta me comunicó que la AEMET había elevado el aviso naranja, y del naranja había pasado al amarillo, (…) as las 8.00 me informa de algún episodio de inundación y entonces planteó que se declare la alerta nivel 1, que es a nivel municipal lo que permite pedir ayuda a la comunidad, el nivel 1 obliga a los ayuntamientos a poner en marcha el CECOPAL, casi idéntico a un CECOPI pero con menos gente y menos intervinientes», declaró. Las siglas CECOPI responden al Centro de Coordinación de Emergencias y Protección Civil.

También informó Argüeso de que «él no puede decretar el nivel 2 ni convocar el CECOPI, solo decretar el nivel cero a uno, pero «ninguna autoridad me pidió que declarase alerta 1, a partir de las 8 que es cuando se declara, los ayuntamientos tienen la obligación legal de movilizar a la policía local para hacer un seguimiento del caudal e históricamente deben informar a los alcaldes de aguas abajo aunque eso no viene en ninguna norma y comunicarlo a CCE (Centro de Coordinación de Emergencias)».
Durante un momento de su declaración, Argüeso puso el foco en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ): «lo que pasaba en el barranco de Benimodo no era extrapolable a otros barrancos, que el seguimiento lo llevaban los bomberos forestales, que el CHJ no le informó de la situación de Benimodo, que lo supieron ellos por observación directa».
El ex secretario de Emergencias dijo a la juez que «no tengo facultad para convocar el CECOPI, la consejera lo hizo, creo recordar, que porque le llamó el alcalde Requena para decirle lo que estaba pasando en su municipio por lo que estaba viendo, (…) a las 15 horas habló con el director general de Emergencias para que llamara al señor Suárez y convocara el CECOPI. Entonces el barranco del Poyo llevaba un centímetro de agua, el CECOPI no se convocó por esto».
ALARMA POR LA DANA
Argüeso aseguró que dejó de tener competencias en cuanto se decretó la alarma, que llegó al CECOPI a las 16.20 horas. Su papel en este organismo consistió, según declaró, en «agilizar, eché alguna bronca (…) no era jefe de nada, solo podía dar mi opinión, el presidente de la Generalitat no es miembro del CECOPI, no fue convocado y su ausencia no supuso un retraso, cuando llegó el Sr. Mazón no se retrasó la toma de decisiones ni siquiera unos minutos. El CECOPI era dirigido por las codirectoras y no por el President».
Y luego relató varios episodios sintomáticos del desconcierto que debió reinar en aquellas horas, como las valoraciones del presidente de la CHJ, Miguel Polo, sobre la presa de Forata: «se comunicó el riesgo de rotura de la presa de Forata, que podría haber 20.000 fallecidos si eso ocurría, según estimaron los técnicos. El Sr. Polo dijo que no podía asegurar que no se produjera el colapso de Forata, a veces declaraba que sí, a veces decía que no, su última información fue que en dos horas podía colapsar, eso lo dijo antes de las 19 horas».
Sobre el Barranco del Poyo, cuyo desbordamiento provocó las mayores tragedias, Argüeso explicó que «había unos avisos del Barranco del Poyo, desde el SAIH dela CHJ a la sala del 112, (…) se destinaron bomberos forestales al sitio (…) Vi a los bomberos en Benimodo y habló con ellos, que estaban haciendo el seguimiento, no sabía que los habían retirado del Barranco del Poyo, me enteré por la Prensa a las 15 horas, que el consorcio de Valencia los había retirado».
Además, desde la CHJ «no informaron, estaba allí presente el Sr. Polo y no dijo nada, no informó de la situación», explicó Argüeso que también habló sobre el famoso correo alertando acerca del desbordamiento en el Barranco del Poyo que nadie vio hasta que era tarde: «el correo también fue remitido a la delegada del gobierno y ella tampoco lo comunicó. La delegada del gobierno estaba conectada telemáticamente, no sé por qué, estaba a 15 minutos en coche».
Argüeso, a modo de resumen, hizo una valoración sobre los errores de aquel día: «el error principal y negligente fue la retirada de bomberos sin comunicárnoslo a nosotros y así poder articular otra solución, otro error fue la falta de información por la CHJ, otra fue que Pilar Bernabé (delegada del Gobierno) no acudiera presencialmente al CECOPI porque telemáticamente no eres conocedora de todo lo que ocurre en tiempo real».