jueves, 24 abril 2025

Alerta de la OCU, estos son los vacíos legales más comunes de tu seguro de hogar

Sentirse seguro en casa es una de las aspiraciones más básicas, y para muchos, el seguro de hogar representa esa red de seguridad que protege nuestro patrimonio y tranquilidad ante imprevistos. Sin embargo, la realidad a menudo dista de la percepción inicial, tal y como advierte la OCU, ya que las pólizas esconden una serie de exclusiones y vacíos legales que solo salen a la luz cuando más necesitamos la cobertura. Es precisamente en el momento de la verdad, al tramitar un siniestro, cuando descubrimos que aquello que dábamos por sentado no estaba incluido, generando frustración y, en ocasiones, importantes perjuicios económicos.

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La complejidad del lenguaje asegurador, sumada a la tendencia natural de no profundizar en la letra pequeña hasta que surge un problema, crea el caldo de cultivo perfecto para sorpresas desagradables. Las compañías de seguros diseñan sus productos con un delicado equilibrio entre la protección ofrecida y la viabilidad económica del negocio, lo que inevitablemente se traduce en cláusulas que delimitan su responsabilidad. Comprender estas limitaciones no es solo una recomendación, sino una necesidad imperiosa para cualquier propietario o inquilino que desee tener una imagen fiel del amparo real que le proporciona su contrato de seguro de hogar, evitando así futuras decepciones y gastos inesperados.

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LA PICARESCA Y EL DESPISTE SALEN CAROS: DAÑOS INTENCIONADOS Y FALTA DE CUIDADO

Fuente Freepik

Resulta bastante evidente, pero no por ello menos importante, que los seguros de hogar excluyen de manera sistemática los daños causados de forma intencionada por el propio asegurado o por personas que convivan con él y de las que sea responsable. Esta exclusión es una medida básica para prevenir el fraude y garantizar la mutualización del riesgo sobre la que se basa el seguro. Intentar provocar un siniestro para cobrar una indemnización no solo anulará cualquier derecho a cobertura, sino que puede acarrear consecuencias legales muy serias, una práctica totalmente desaconsejada por organismos como la OCU.

Además de la intencionalidad, la falta de mantenimiento adecuado o la negligencia grave por parte del asegurado también pueden ser motivo de exclusión. Si bien el desgaste normal no está cubierto, ignorar deliberadamente una avería conocida (como una gotera persistente) hasta que causa un daño mayor, o no tomar medidas razonables para prevenir un siniestro previsible (como dejar una ventana abierta durante una tormenta torrencial), puede llevar a la aseguradora a rechazar la reclamación alegando falta de diligencia, argumentando que el daño podría haberse evitado o minimizado. La OCU subraya la importancia del mantenimiento preventivo del hogar.

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