Madrid es una ciudad de historia, cultura y vida, pero de vez en cuando necesitas un descanso del presente y un viaje al pasado. Cerca de la capital, hay un mundo donde el tiempo se detiene, donde las calles empedradas, las casas de piedra y el paisaje montañoso se combinan para tejer un hechizo. Este es Patones de Arriba, un pueblo histórico que ha conservado su espíritu y, tras una sola visita, te hace sentir como si estuvieras en una era diferente.
Situado a poco más de una hora de Madrid, Patones de Arriba es un destino ideal para una excursión de un día o un fin de semana. No solo por la arquitectura negra, que data de la llamada «arquitectura negra de la Sierra Norte», tan hermosa como es, ni por la paz que se siente y la sensación de caminar por un escenario de una película antigua, lejos de la ciudad y su ritmo. Aquí, el tiempo se detiene y cada uno de sus rincones invita a la contemplación.
3Una corta distancia hacia Madrid

Uno de los principales atractivos de Patones de Arriba es su ubicación estratégica, tan cerca de Madrid, un aspecto muy positivo para quienes aman la capital o para quienes viven ahí y les gusta hacer viajes de fin de semana. En aproximadamente una hora, puedes escapar del entorno urbano a uno rural con siglos de historia. Es un plan perfecto para un viaje sin preocupaciones, ya sea en pareja, con amigos o en familia.
Madrid tiene muchas experiencias para los residentes y visitantes, pero sin duda, esta es una de las más especiales y únicas. El hecho de visitar este pueblo te hacer regresar a las raíces, a la tierra, a la historia, y recorrer un entorno totalmente diferente al que se está acostumbrado. Un secreto que demuestra que a veces no necesitas viajar lejos para viajar en el tiempo.