martes, 22 abril 2025

La DGT recuerda: si llevas esto en la guantera, te pueden caer hasta 600 euros de multa

Parece mentira cómo un pequeño rincón del coche, esa guantera que usamos para guardar desde la documentación hasta un paquete de pañuelos, puede convertirse en el origen de un disgusto considerable y un agujero en el bolsillo. La Dirección General de Tráfico, la DGT, no se cansa de recordarnos normativas que a veces olvidamos o, peor aún, desconocemos, y una de ellas atañe directamente a ciertos aparatos electrónicos cuya simple tenencia en el vehículo está terminantemente prohibida y severamente castigada. No hablamos de llevarlos encendidos o en funcionamiento, sino simplemente de tenerlos guardados, cogiendo polvo junto a las gafas de sol de repuesto.

Publicidad

La sorpresa para muchos conductores llega cuando, en un control rutinario, se descubre el objeto prohibido y la sanción se materializa, sin que valgan excusas del tipo «no sabía que estaba ahí» o «nunca lo he usado». Estamos hablando de los detectores e inhibidores de radar, unos dispositivos diseñados para eludir los controles de velocidad y que las autoridades consideran una herramienta peligrosa que atenta contra la seguridad vial colectiva. La normativa es clara y contundente al respecto, y la multa puede ascender hasta los 600 euros, acompañada de la pérdida de puntos del carné, una advertencia seria para quienes piensen que lo que no se ve, no cuenta.

1
EL PELIGRO OCULTO EN TU GUANTERA: MÁS QUE UN SIMPLE APARATO

Fuente Freepik

La guantera, ese compartimento aparentemente inofensivo, puede albergar, sin que seamos plenamente conscientes de las consecuencias, un elemento que nos ponga en el punto de mira de las autoridades de tráfico. Muchos conductores utilizan este espacio para guardar objetos variados, desde manuales del vehículo hasta pequeños enseres personales, pero introducir un detector o inhibidor de radar, aunque sea con la intención de no utilizarlo jamás, transforma ese hueco en una fuente potencial de problemas legales y económicos. Es fundamental revisar qué llevamos a bordo, porque la mera presencia de estos dispositivos, estén operativos o no, puede acarrear sanciones que nos harán lamentar no haber sido más precavidos y conocedores de la legislación vigente.

El motivo por el cual estos aparatos están tan perseguidos no es otro que su capacidad para interferir con la labor de control y vigilancia del tráfico que realiza la DGT y otros cuerpos de seguridad. Se considera que fomentan una conducción irresponsable, incentivando a los conductores a superar los límites de velocidad establecidos con una falsa sensación de impunidad, lo cual incrementa notablemente el riesgo de accidentes graves. La seguridad vial es un bien común que depende del respeto a las normas por parte de todos, y la utilización o simple posesión de estos sistemas se interpreta como un desafío directo a ese principio fundamental, poniendo en peligro no solo la vida del infractor sino también la del resto de usuarios de la vía.

Atrás
Publicidad
Publicidad