La delincuencia telefónica ha alcanzado niveles alarmantes en nuestro país durante los últimos meses. El banco se ha convertido en el principal objetivo de estafadores que utilizan técnicas cada vez más sofisticadas para engañar a los clientes y robar sus ahorros. Estas bandas organizadas operan con guiones perfectamente estudiados que consiguen confundir incluso a las personas más precavidas, haciéndoles creer que están hablando con un empleado legítimo de su entidad financiera.
Las llamadas fraudulentas, conocidas como vishing, están causando estragos entre los usuarios de servicios bancarios en toda España. Los delincuentes se hacen pasar por personal del departamento de seguridad o atención al cliente de tu banco, alegando problemas con tu cuenta que requieren acción inmediata. Lo más preocupante es que estos criminales manejan datos personales exactos: tu nombre completo, últimos movimientos e incluso parte de tu número de cuenta, lo que aumenta enormemente su credibilidad y hace que muchas víctimas bajen la guardia ante lo que consideran una llamada legítima.
1EL VISHING: LA ESTAFA TELEFÓNICA QUE VACÍA TU CUENTA EN MINUTOS
El término vishing combina las palabras «voice» y «phishing», refiriéndose a estafas realizadas por teléfono donde el delincuente busca obtener información confidencial. Los estafadores emplean técnicas de ingeniería social creando situaciones de urgencia o miedo, para que la víctima actúe impulsivamente sin tiempo para reflexionar. Estos criminales suelen presentarse como empleados de seguridad de tu banco, alegando movimientos sospechosos en tu cuenta que requieren verificación inmediata.
La sofisticación de estos ataques ha crecido exponencialmente en el último año. Los delincuentes ya no utilizan números ocultos, sino que emplean tecnología de suplantación de identidad haciendo que en tu teléfono aparezca el número oficial de tu banco, lo que elimina cualquier sospecha inicial. Además, manejan información precisa sobre tus datos bancarios, obtenida mediante filtraciones de datos o mediante técnicas de ingeniería social previas, lo que aumenta drásticamente su tasa de éxito y convierte al vishing en uno de los fraudes más efectivos y difíciles de detectar.
