lunes, 21 abril 2025

El alimento ‘milagroso’ que te ayuda a dormir como un bebé, y no es la leche

Las noches en vela son un mal demasiado común en nuestra sociedad acelerada, una batalla silenciosa que libran millones de españoles cada vez que apagan la luz. Buscamos soluciones en infusiones, técnicas de respiración o el clásico vaso de leche caliente, pero a menudo olvidamos que la naturaleza nos brinda remedios potentes y, en ocasiones, inesperados; un alimento específico emerge como un aliado sorprendente contra el insomnio. Este no es otro que la cereza, o su zumo natural, un fruto que va mucho más allá de ser un simple postre veraniego y se postula como un inductor del sueño con base científica.

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Olvídese por un momento de las pastillas y los remedios de la abuela que no siempre funcionan como esperamos, porque la respuesta podría estar en el frutero. Las cerezas, especialmente ciertas variedades como la Montmorency, contienen de forma natural una cantidad significativa de melatonina, la hormona que nuestro propio cuerpo produce para regular los ciclos de sueño y vigilia. Incorporar este fruto rojo a la dieta, sobre todo en las horas previas al descanso, podría marcar una diferencia notable en la calidad y duración del sueño, ofreciendo una alternativa natural y deliciosa para quienes sueñan, literalmente, con dormir a pierna suelta.

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DESCIFRANDO EL MECANISMO: CÓMO LAS CEREZAS NOS INVITAN A SOÑAR

Fuente Freepik

La ciencia detrás del efecto somnífero de las cerezas es cada vez más sólida, aunque aún se necesita más investigación para comprender todos los matices. Al consumir cerezas o su zumo, la melatonina exógena que contienen se suma a la producción endógena del cuerpo, ayudando a regular de manera más eficaz el ciclo circadiano, especialmente en personas cuyos niveles naturales pueden ser bajos o estar desajustados. Este refuerzo hormonal facilita la conciliación del sueño y puede contribuir a un descanso más profundo y menos interrumpido.

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Además de la melatonina, las cerezas son ricas en otros compuestos que podrían jugar un papel secundario pero relevante en la mejora del sueño. Contienen antioxidantes como las antocianinas, que les dan su característico color rojo y poseen propiedades antiinflamatorias, lo cual podría contribuir a un mejor descanso al reducir la inflamación sistémica o el estrés oxidativo en el cuerpo. Este perfil nutricional convierte a la cereza en un alimento funcional que va más allá de su aporte directo de melatonina.

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