Aparcar en una pendiente es una maniobra que muchos conductores realizan a diario sin prestar la suficiente atención a los detalles técnicos que implica. La DGT ha intensificado los controles en zonas urbanas con desniveles importantes debido al incremento de accidentes relacionados con vehículos mal estacionados. Estadísticas recientes revelan que aproximadamente un 12% de los siniestros en vías urbanas están relacionados con coches mal inmovilizados en cuestas, lo que ha provocado daños materiales significativos e incluso lesiones a peatones desprevenidos.
El desconocimiento de la normativa vigente no exime de responsabilidad al conductor, quien debe asegurar completamente su vehículo cuando lo estaciona, especialmente en zonas con pendiente. Los agentes de tráfico están prestando especial atención a estas infracciones que a menudo pasan desapercibidas hasta que ocurre un incidente y pueden acarrear sanciones económicas considerables. El objetivo principal no es recaudatorio, sino preventivo, buscando concienciar sobre los riesgos que supone un vehículo mal inmovilizado tanto para otros conductores como para viandantes que circulan por la zona.
5TECNOLOGÍA Y SISTEMAS MODERNOS: ALIADOS CONTRA LAS MULTAS DE LA DGT

Los vehículos de última generación incorporan sistemas electrónicos que facilitan el correcto estacionamiento en pendientes, aunque esto no exime al conductor de su responsabilidad legal. Muchos automóviles actuales disponen de freno de estacionamiento electrónico que se activa automáticamente al apagar el motor, reduciendo el margen de error humano que la DGT señala como causa principal de las infracciones relacionadas con vehículos mal inmovilizados en cuestas. Estos dispositivos suelen ofrecer mayor fiabilidad que los sistemas mecánicos tradicionales, aplicando la fuerza de frenado óptima según la inclinación detectada.
Existen también asistentes de arranque en pendiente que mantienen el vehículo frenado durante unos segundos después de liberar el pedal del freno, lo que resulta especialmente útil al iniciar la marcha en cuestas pronunciadas. Sin embargo, los técnicos de la DGT insisten en que estas ayudas tecnológicas deben considerarse complementarias y nunca sustitutivas de las prácticas correctas de estacionamiento, ya que ningún sistema electrónico está exento de posibles fallos o de un funcionamiento inadecuado por falta de mantenimiento o condiciones ambientales adversas. La responsabilidad final siempre recae en el conductor, quien debe conocer y aplicar los procedimientos correctos incluso cuando su vehículo disponga de las tecnologías más avanzadas.