Pablo Iglesias toma oxígeno y el CIS da a Podemos el umbral mínimo para poder entrar en el Congreso de los Diputados, mientras Sumar lo tendrá complicado para reeditar los resultados del pasado 23-J. La encuestadora dirigida por José Félix Tezanos otorga un ascenso de Podemos, como también de Vox, mientras el resto de grupos más importantes del arco parlamentario caen con relativa fuerza. El PSOE no aguanta con la corrupción ni tampoco da con la tecla para solucionar los problema de la vivienda, la crisis económica, la inseguridad y la inmigración, que se coloca como el cuarto gran problema.
La permanencia de Pedro Sánchez al frente de La Moncloa depende exclusivamente de Podemos, a pesar de no tener ni Presupuestos y tener que pactar una y otra vez con los nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, los más beneficiados por el primer paquete de medidas ante los aranceles de la Administración de Donald Trump.
A pesar de que Sumar ha tensado la cuerda, la realidad es que Yolanda Díaz agacha la cabeza en el último momento para seguir apoyando al PSOE -y mantener de paso sus cinco Ministerios junto con su ejército de asesores-. Dentro de las filas de Sumar se abre el infierno, una guerra abierta por marcar la distancia con Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y vicepresidenta venida a menos y con la súplica a los ‘morados’ para reunificar las fuerzas.
LOS MENORES DE EDAD PODRÍAN VOTAR EN 2027
Por el momento, el portazo está asegurado, aunque quedan todavía dos años para las elecciones generales, si finalmente Pedro Sánchez mantiene su palabra y no hay cambio de opinión a la vista. No obstante, hay ciertas señales de un adelanto electoral, como la oferta de oposiciones, una de las más grandes de los últimos años, el pago de favores a los independentistas y la bajada de la edad electoral a los 16 años.

No obstante, la convocatoria electoral antes de tiempo podría romper aún más a la izquierda, donde el PSOE está valorado en los extremos, según el CIS, por encima de Sumar e incluso Bildu. De ahí la importancia de reunificar a una izquierda desquebrajada, más cuando Más Madrid y Compromís muestran sus reticencias a unirse en la misma confluencia bajo un único liderazgo. En este sentido, no se descartan bicefalias o tricefalias, con Mónica García, Joan Baldoví y la propia Yolanda Díaz.
La mayoría progresista se pondrá en juego en esas elecciones, más con esa guerra interna, donde el PSOE tratará de mantener la hegemonía y fagocitar a los caídos. El invento de Sumar no tenía otro objetivo que acabar con Podemos, con purga incluida del Gobierno. Los morados respondieron con la ruptura del grupo en el Congreso y con un duelo fratricida en las urnas europeas. Desde entonces, todo ha ido a más, hasta el punto de una venganza personal en forma de libro.
En Podemos tienen claro que no hay amigos en esta guerra en la izquierda. No hay unión ni tampoco la habrá con Yolanda Díaz. La V Asamblea Ciudadana dejó clara la estrategia, que dejó helados a los ausentes de la izquierda tras cerrarse la posibilidad de remontar unidos. La ruptura entre ambas partes es total, incluso con la nueva cabecera que compaginan Carlos Martín y Lara Hernández. Ambos han pedido unidad, pero no hay vuelta atrás con Irene Montero e Ione Belarra, que reniegan de la convivencia en pleno camino a la resurrección de los de Pablo Iglesias.
PODEMOS INVITA AL RESTO DE FUERZAS A SUMARSE A SU PROYECTO
En ese camino, Podemos insta al resto de fuerzas a aglutinarse en sus siglas, haciendo caso omiso a las peticiones de Izquierda Unida, con Antonio Maíllo al frente. Por el momento, los de Iglesias llevan el bastón de mando, y más tras la gran purga realizada.
Maíllo busca un acuerdo para las elecciones autonómicas de Andalucía, donde María Jesús Montero liderará al PSOE, mientras la izquierda está rota y presentará las candidaturas sueltas, un hecho que beneficiará a la formación más votada y dejará a más de uno fuera del Parlamento.
En enemigos íntimos, Pablo Iglesias deja clara la estrategia de la izquierda para acabar con su liderazgo, con nombres y apellidos, y montar una izquierda débil al servicio del PSOE, tal y como hacen ahora los ‘fucsias’ de García y demás, incluso los Comunes se han rendido al PSC, como ha ocurrido con Más País y Compromís. IU, por el momento, se quedaría en Marinaleda, su bastión, pero poco más si acude en solitario a unas autonómicas o generales.