El bizcocho borracho del País Vasco es uno de esos postres tradicionales innegociables que evocan reuniones familiares pintorescas, largas conversaciones durante las comidas y celebraciones especiales. Su textura esponjosa, junto con el profundo sabor del licor que lo empapa, lo convierten en un deleite irresistible para cualquiera que ame los dulces tradicionales con un toque diferente.
Aunque cada región tiene su propia receta, en las tierras vascas este pastel se elabora con mucho cuidado, con ingredientes sencillos pero ricos en sabor, y una buena dosis de licor que le da su característica «borrachera». Este bizcocho borracho estaba destinado a ocasiones especiales, como bodas, comuniones o fiestas de pueblo, pero la receta ha viajado a través de generaciones. Lo encuentras en las panadería locales, pero también puedes hacerlo en casa con un poco de paciencia y mucho amor. El secreto está en usar ingredientes de alta calidad y la proporción correcta entre pastel y almíbar.
2Preparación del bizcocho borracho

Lo primero que debes hacer es mezclar los huevos y el azúcar, y proceder a batirlos juntos hasta que quede muy espumoso. Agregando la harina y el polvo de hornear poco a poco, y tamizándolo para evitar que se formen grumos. La mezcla se vierte en un molde engrasado y se hornea hasta que al insertar un palillo salga limpio. Es importante resistir la tentación de abrir el horno, o el pastel podría colapsar.
Mientras aún está caliente, recién salido del horno, puedes preparar el almíbar. Hierve el agua y el azúcar, luego añade el licor de tu elección. Con un tenedor, perfora suavemente el pastel y el almíbar se vierte lentamente en las hendiduras, dejando que el pastel repose para que lo absorba adecuadamente. Pero no te apresures, ya que necesita reposar un poco para que los sabores se asienten.