sábado, 19 abril 2025

No ignores este cambio en tus manos: puede indicar un trastorno de tiroides

A menudo, nuestro cuerpo nos envía señales sutiles, pequeños avisos que solemos pasar por alto en el ajetreo diario, achacándolos al estrés, al cansancio o simplemente al paso del tiempo. Sin embargo, prestar atención a estos mensajes puede ser crucial para detectar a tiempo problemas de salud subyacentes, como podría ser un desajuste en la tiroides, esa pequeña glándula con forma de mariposa que regula tantas funciones vitales en nuestro organismo. Cambios aparentemente triviales, como notar las manos más frías de lo habitual o una sequedad persistente en la piel, podrían ser la punta del iceberg de una condición que necesita atención médica, concretamente el hipotiroidismo.

Publicidad

Ignorar estas señales es una costumbre muy extendida; ¿quién no ha tenido las manos frías alguna vez o la piel algo reseca en invierno? Lo normalizamos, lo metemos en el saco de las «cosas que pasan». Pero cuando estos síntomas se vuelven constantes, cuando el frío en las manos parece no depender de la temperatura exterior o la piel se muestra áspera y escamosa sin una causa aparente como el uso de detergentes agresivos, es momento de levantar la antena y considerar que quizás algo más esté ocurriendo bajo la superficie. Desestimar estas pistas podría retrasar el diagnóstico de un trastorno de tiroides que, aunque manejable, requiere un tratamiento adecuado para evitar complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida de quien lo padece.

4
NO SÓLO LAS MANOS HABLAN: OTROS SÍNTOMAS A TENER EN CUENTA

Fuente Freepik

Si bien las manos frías y la piel seca pueden ser señales de alerta temprana o muy visibles de un posible hipotiroidismo, raramente se presentan de forma aislada. Es importante estar al quite de otros síntomas que, en conjunto, podrían reforzar la sospecha de un trastorno de la tiroides. Entre los más comunes se encuentran una fatiga persistente e inexplicable que no mejora con el descanso, un aumento de peso aparentemente injustificado a pesar de no haber cambiado la dieta ni el nivel de actividad física, la caída del cabello más acentuada de lo normal, el estreñimiento crónico, una mayor sensibilidad al frío en general, dolores musculares o articulares difusos, e incluso cambios en el estado de ánimo, como tendencia a la depresión o dificultad para concentrarse.

La constelación de síntomas del hipotiroidismo es amplia y varía mucho de una persona a otra, tanto en tipo como en intensidad, y a menudo se desarrollan de forma gradual, casi imperceptible al principio. Por eso, aunque los cambios en las manos sean llamativos, es crucial valorar el cuadro completo y no quedarse únicamente con uno o dos síntomas aislados. Prestar atención a cómo nos sentimos en general, a nuestro nivel de energía, a nuestro peso, a la salud de nuestro pelo y piel, y a nuestro estado anímico puede proporcionar pistas valiosas sobre si nuestra tiroides podría estar dándonos la lata y necesitando una revisión médica.

Publicidad
Publicidad