La rutina al volante suele incluir revisar que llevamos el carnet de conducir y el seguro, ¿pero estamos seguros de tener toda la documentación en regla? A menudo, un pequeño olvido relacionado con la DGT puede acarrear sanciones inesperadas, aunque no siempre graves. Muchos conductores centran su atención en el permiso de conducción, ese plástico que acredita nuestra habilidad para manejar un vehículo, olvidando que hay otro documento igualmente crucial, aunque su ausencia momentánea no suponga un desembolso tan doloroso como otros descuidos más severos.
Hablamos del Permiso de Circulación del vehículo, ese gran olvidado que, sin embargo, es la carta de identidad de nuestro coche o moto. Aunque no llevarlo encima mientras conducimos solo suponga una multa de diez euros, una cantidad casi simbólica, la cosa cambia radicalmente si el problema es que el documento no existe, no está en vigor o los datos que contiene son incorrectos. La Dirección General de Tráfico lo recuerda periódicamente, pero la costumbre o el desconocimiento hacen que siga siendo una de las infracciones menores más comunes detectadas en los controles rutinarios por las carreteras españolas.
3LA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL CONDUCTOR: PAPELES QUE VAN DE LA MANO

El Permiso de Circulación no viaja solo en la guantera ideal de un conductor responsable; forma parte de un trío documental esencial junto a la Ficha Técnica (o Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo) y el justificante del Seguro Obligatorio. Estos tres documentos están intrínsecamente ligados, y la validez de uno a menudo depende de la vigencia de los otros, conformando el paquete básico que acredita la legalidad y aptitud de un vehículo para rodar por nuestras carreteras. La Ficha Técnica, por ejemplo, debe llevar el sello de la ITV al día.
De hecho, para que el Permiso de Circulación se mantenga plenamente válido, es imprescindible tener la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en vigor, lo cual se acredita en la mencionada Ficha Técnica. Circular con la ITV caducada no solo acarrea su propia multa, sino que puede ser un indicativo para los agentes de que algo no está en regla con la documentación general del vehículo. Igualmente, la ausencia del seguro obligatorio es una de las infracciones más severas, con multas que pueden superar ampliamente los mil euros y la inmovilización inmediata del vehículo, demostrando la interconexión y la importancia conjunta de estos papeles bajo la supervisión de la DGT.