Cataluña se ha convertido en un gran destino de viaje. Esta comunidad autónoma tiene auténticas joyas medievales que parecen haberse congelado en el tiempo. Pasear por estos pueblos es como retroceder en el tiempo unos cientos de años y maravillarse con sus calles adoquinadas, sus muros centenarios y sus casas construidas con piedra desgastada por el viento.
Estos rincones también han mantenido sus formas originales y, a través de sus costumbres y entorno, mantienen vivo su espíritu. Son lugares que atraen a aquellos que buscan una escapada diferente, con encanto, historia y serenidad. Así que si no sabes qué lugares así puedes visitar en Cataluña, aquí te enseñamos tres pueblos medievales que te harán sentir como si hubieras retrocedido a otro siglo.
1Besalú, uno de los pueblos mejor conservados de Cataluña

Besalú es uno de los pueblos medievales mejor conservados de Cataluña. En la región de La Garrotxa, su puente románico es la postal más famosa del lugar y el punto de partida ideal para descubrir un conjunto histórico declarado Bien Cultural de Interés Nacional. No puedes perderte un recorrido por sus calles estrechas y adoquinadas, su barrio judío y su mikvé del siglo XII si eres un aficionado a la historia.
Además de su belleza arquitectónica, Besalú ofrece a los visitantes una experiencia integral, con tiendas de artesanía, restaurantes que sirven especialidades regionales y un entorno natural que invita a la exploración del lugar. Cada calle tiene su propia historia y explorar el pueblo es como un viaje en el tiempo. Sin duda, es uno de los lugares más especiales de Cataluña.