miércoles, 16 abril 2025

Si guardas el móvil en este sitio mientras duermes, podrías estar friendo tu cerebro

La relación entre los smartphones y la salud es un tema que cada vez genera más preocupación entre la población. En una era en la que estamos constantemente conectados, el uso nocturno del móvil se ha vuelto habitual, pero muchos no son conscientes de los riesgos a los que se exponen. El hecho de guardar el móvil debajo de la almohada mientras dormimos puede parecer una práctica inofensiva, pero hay motivos para cuestionar dicha acción. Si bien resulta conveniente tener el dispositivo cerca para cualquier eventualidad, la combinación de su radiación y el inevitable sobrecalentamiento puede que no sea tan inofensiva como pensamos.

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Los expertos advierten sobre los potenciales efectos negativos que esta costumbre puede tener en nuestra salud. La temperatura del móvil suele incrementarse mientras está en uso, y mantenerlo en contacto directo con la cabeza por largos períodos puede resultar problemático. Una de las preocupaciones más relevantes es que, si consideramos el tiempo promedio que pasamos durmiendo, la exposición prolongada a esos niveles de radiación cerca del cerebro podría tener consecuencias serias. Así, el lugar donde decidimos guardar el móvil durante la noche podría decidir más de lo que imaginamos.

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LA VERDAD OCULTA DEL SOBRECALENTAMIENTO DEL MÓVIL

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Un móvil en funcionamiento genera calor, un fenómeno que ocurre tanto al cargar como al utilizar aplicaciones que demandan bastante energía. Este sobrecalentamiento, aunque en muchas ocasiones es leve, podría intensificarse por el contacto cercano con la almohada, un material que no permite una adecuada ventilación. La acumulación del calor puede no solo afectar los componentes del dispositivo, sino que también podría transferirse a nuestro organismo. La cabeza es una zona muy sensible y, por tanto, el contacto con un dispositivo caliente podría causar malestar y otros problemas de salud.

Además, en un mundo donde la mayoría de las personas busca descansar y desconectar, con el móvil bajo la almohada se fomenta la dependencia. La luz azul que emiten las pantallas puede alterar los ciclos de sueño, afectando la calidad del descanso. Si el móvil no está alejado del alcance, es probable que se lo utilice incluso en las primeras horas de la mañana o a altas horas de la noche. De este modo, el descanso se interrumpe, y es el cerebro quien experimenta las consecuencias, padeciendo cansancio, falta de concentración y otros efectos secundarios.

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