Llega el buen tiempo, los fines de semana se alargan con la luz del sol y las escapadas en coche se multiplican por toda la geografía española. Muchos aprovechan para cargar las bicicletas y disfrutar de rutas al aire libre, una estampa cada vez más habitual en nuestras carreteras, pero cuidado, porque un descuido en cómo transportamos nuestras monturas puede salirnos muy caro. La DGT no deja de recordarnos la importancia de cumplir las normativas de tráfico, y una de las que más sanciones genera, especialmente en épocas estivales o de puentes, es precisamente la relacionada con el transporte de bicicletas en vehículos particulares, una práctica que, si no se hace correctamente, puede acarrear multas significativas y, lo que es más importante, comprometer la seguridad vial de todos los usuarios de la vía.
El quid de la cuestión no reside en si podemos o no llevar las bicis en nuestro coche, algo perfectamente legal, sino en el cómo lo hacemos. La normativa es clara y busca garantizar dos aspectos fundamentales: la correcta visibilidad de los elementos de señalización del vehículo (matrícula y luces) y la adecuada señalización de la carga que sobresale. Ignorar estas directrices, ya sea por desconocimiento o por simple dejadez, nos expone a una sanción económica de 200 euros, una cantidad nada despreciable que puede amargarnos la escapada, y que la DGT aplica con rigor para concienciar sobre los riesgos asociados a una carga mal acondicionada o señalizada, demostrando que la prevención y el cumplimiento normativo son esenciales para una convivencia segura en carretera.
4PORTABICICLETAS A EXAMEN: CUÁL ELEGIR Y CÓMO USARLO SEGÚN LA DGT

En el mercado existen diferentes tipos de portabicicletas, y la elección de uno u otro puede condicionar el cumplimiento de la normativa. Los portabicicletas de techo suelen ser los que menos problemas generan en cuanto a visibilidad de matrícula y luces, ya que las bicicletas viajan elevadas sobre el vehículo; sin embargo, hay que prestar atención a la altura total para evitar problemas en garajes o túneles bajos, y asegurarse de que la sujeción es firme y segura, cumpliendo las especificaciones del fabricante y las normas de la DGT sobre acondicionamiento de la carga para evitar desprendimientos accidentales.
Por otro lado, los portabicicletas de portón trasero y los de bola de remolque son los más propensos a ocultar la matrícula y las luces. En estos casos, es fundamental verificar si esto ocurre una vez instaladas las bicicletas. Si la visibilidad queda comprometida, es imprescindible adquirir e instalar un dispositivo de alumbrado y señalización adicional, que replique las luces del vehículo y porte una placa de matrícula propia, conectándose eléctricamente al coche. Además, casi con total seguridad, estos sistemas requerirán el uso de la placa V-20 para señalizar la carga sobresaliente, aspectos que la DGT revisa meticulosamente en carretera.