Las lentejas son un alimento básico en muchas cocinas del mundo, pero conseguir que queden melosas y en su punto exacto puede ser todo un arte. Mientras que algunos cocineros se rinden ante la dificultad de lograr la textura ideal, los chefs Michelin han creado técnicas que elevan este humilde legumbre a un nivel gourmet. La clave para obtener unas lentejas perfectas, con una cocción que evite que se deshagan, radica en la atención al detalle y el uso de algunos trucos secretos, entre los que destaca la adición de un chorrito de vinagre al final de la cocción.
Dominar el arte de cocinar lentejas requiere paciencia y conocimiento, elementos que cualquier chef Michelin conoce bien. Con una preparación cuidadosa y unas instrucciones claras, se puede conseguir ese resultado tan anhelado que muchos buscan en los platos de alta cocina. Al comprender los elementos químicos en juego durante la cocción, se puede no solo obtener una textura ideal, sino también resaltar el sabor natural de este delicioso ingrediente. En este recorrido culinario, analizaremos cómo los chefs Michelin logran este impresionante resultado y qué pasos seguir para replicar su éxito en casa.
1EL SECRETO DEL VINAGRE EN LAS LENTEJAS

Uno de los trucos más sorprendentes que utilizan los chefs Michelin para conseguir que las lentejas mantengan su forma es añadir un chorrito de vinagre al final de la cocción. Este ingrediente no solo aporta un sabor agradable, sino que también actúa como un agente estabilizante que evita que las lentejas se deshagan. El vinagre ayuda a mantener la estructura celular de las lentejas, lo que resulta en una textura que se queda intacta al cocerlas. De hecho, es un paso que muchos cocineros caseros tienden a olvidar, llevando a la frustrante experiencia de unas lentejas que danzan entre lo meloso y lo deshecho.
Además, es importante elegir el tipo de vinagre adecuado. Mientras que el vinagre balsámico puede añadir un matiz dulce, los chefs Michelin prefieren el vinagre de vino blanco o incluso el de manzana. Estos tipos son ideales para realzar el sabor de las lentejas sin opacarlas, creando un equilibrio perfecto entre acidez y suavidad. Al incorporar este componente al final de la cocción, se permite que las lentejas absorban el sabor sin perder su forma.