Madrid es una ciudad vibrante, acogedora y abierta al mundo, pero eso no significa que todo valga. Los turistas llegan encantados con su ambiente, su comida y su vida callejera, pero en medio del entusiasmo cometen errores que los madrileños no siempre pasan por alto. Y es que, aunque la capital recibe con los brazos abiertos, hay ciertas normas no escritas que conviene respetar si uno no quiere ganarse una mirada fulminante o, peor aún, un comentario con retranca castiza.
Desde cómo se camina por la Gran Vía hasta cómo se pide un café o se comporta uno en una terraza, hay actitudes que chirrían entre los locales. Porque si hay algo que los madrileños valoran tanto como su ciudad es su forma de vivirla. Aquí repasamos cinco meteduras de pata que, aunque parezcan pequeñas, son suficientes para que un turista pase de simpático a inoportuno en cuestión de segundos.
3Platos bien madrileños que los turistas aman

Madrid es también una fiesta para el paladar, y si hay un lugar donde los sabores tradicionales se mezclan con el bullicio típico de la ciudad, ese es el Mercado de San Miguel. Ubicado a pasos de la Plaza Mayor, este mercado gourmet es el sitio perfecto para probar tapas de autor, jamón ibérico recién cortado, croquetas cremosas o una copa de vino bien servida. Es ideal para los que quieren picar de todo un poco, rodeados de locales y turistas que disfrutan del ambiente moderno con esencia castiza.
Otro imprescindible es Casa Lucio, en la Cava Baja, famosa en todo el mundo por sus huevos rotos, un plato aparentemente sencillo que ha enamorado a presidentes, artistas y chefs de renombre. Este restaurante de toda la vida mantiene su encanto clásico y una cocina madrileña auténtica que no decepciona. Ir a este lugar de sabores inexplicables para el lector, es casi como entrar en un capítulo de la historia gastronómica de España, donde cada bocado sabe a tradición bien hecha.