domingo, 27 abril 2025

Fabada asturiana: un festín de sabor y tradición en cada plato

La fabada asturiana es más que un plato, es un emblema de la cocina del norte de España, así como un símbolo de la identidad asturiana. Con su textura untuosa, sabor audaz y planes para calmar tanto el cuerpo como el espíritu, la fabada asturiana ha cruzado fronteras y generaciones para convertirse en uno de los guisos más apreciados de la cocina española. Sus humildes orígenes, arraigados en hogares rústicos al estilo del goulash, no le han impedido hacer presencia en las mesas más exigentes y conquistar todo tipo de paladares.

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Este plato contundente es especialmente querido en los meses fríos, cuando su intensidad y calidez son bienvenidas aún más. Cada cucharada narra una historia de tradición, cosechas regionales y recetas transmitidas de ancestros a descendientes. La fabada asturiana no es algo que se haga en una tarde, es una receta que lleva horas, posiblemente días, y buenos ingredientes, pero la recompensa es un banquete memorable, que vale la pena la espera.

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Preparación de una deliciosa fabada asturiana

Fuente: Freepik

La fabada asturiana es el tipo de preparación que comienza la noche anterior, con las alubias hidratándose en agua fría por un mínimo de doce horas. Al día siguiente, se escurren y se pasan a una olla grande, cubiertas nuevamente con agua fría. Se añade todo el compango, cebolla pelada, ajo y un chorro de aceite de oliva. Se recomienda que el fuego sea suave, y que nada se cocine rápidamente, ya que esto permite que los sabores se mezclen completamente.

Mientras se cocina, un paso muy importante es «asustar» las alubias: cuando comienzan a hervir, se vierte un poco de agua fría para evitar que sus pieles se desprendan. Se hace sin remover con cuchara, por lo que es necesario agitar suavemente la olla para que las alubias no se rompan. Se tarda aproximadamente dos horas y media en cocer las alubias, pero este tiempo varía según la dureza del agua y el tipo de legumbre. Lo que se busca es una fabada sedosa, con un caldo espeso y mucho sabor.

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