Han pasado más de cinco décadas desde que el misterioso Dan Cooper, quien secuestró un avión, exigió un rescate de 200 mil dólares y desapareció en paracaídas sin dejar rastro. El caso se convirtió en una leyenda del crimen estadounidense, generando teorías, documentales y una obsesión colectiva por descubrir quién era realmente ese hombre que burló al FBI y a la historia.
Sin embargo, ahora, 50 años después, podría haber una pista clave que termine por revelar su identidad. Un equipo de investigadores independientes asegura haber encontrado nueva evidencia genética en una corbata que Cooper dejó a bordo del avión. Esta posible prueba, junto con tecnología de análisis forense moderna, podría cerrar uno de los casos más fascinantes y enigmáticos del siglo XX. ¿Será este el punto final del misterio?
¿Qué fue lo que pasó con Dan Cooper?
El 24 de noviembre de 1971, un hombre que se identificó como Dan Cooper abordó un vuelo de Northwest Orient Airlines en Portland con destino a Seattle. Vestía de traje oscuro, corbata y gafas de sol. Poco después del despegue, entregó una nota a una azafata en la que afirmaba tener una bomba. Exigió 200 mil dólares en efectivo, cuatro paracaídas y que, al llegar a Seattle, el avión se mantuviera encendido y listo para despegar nuevamente. El FBI cumplió con sus demandas, liberó a los pasajeros y mantuvo a la tripulación a bordo.
Una vez en el aire nuevamente, Cooper ordenó que el avión volara rumbo a México a baja altitud y con la compuerta trasera abierta. En algún punto sobre el suroeste del estado de Washington, saltó con el dinero y uno de los paracaídas, desapareciendo en plena noche y mal tiempo. A pesar de las intensas búsquedas, nunca se encontró su cuerpo ni se supo nada más de él, salvo unos pocos billetes recuperados años después cerca del río Columbia. Su huida lo convirtió en un mito moderno: el único secuestro aéreo sin resolver en la historia de Estados Unidos.
Teorías y un misterio jamás revelado sobre el paradero de Dan Cooper

El caso de Dan Cooper es un enigma que ha desconcertado a las autoridades y fascinado al público durante décadas. Lo que lo hace tan misterioso es que, a pesar del despliegue del FBI, nunca se encontró ni su cuerpo, ni el paracaídas, ni rastro concluyente del dinero, excepto un pequeño lote de billetes hallados en 1980. La posibilidad de que haya sobrevivido a un salto en condiciones extremas, de noche, con lluvia y sobre un terreno hostil, ha dividido a los expertos. Algunos sostienen que murió al caer, mientras que otros creen que logró escapar y vivir el resto de su vida en el anonimato.
Las teorías sobre su identidad son numerosas: desde veteranos de guerra con habilidades en paracaidismo, hasta empleados de aerolíneas o incluso antiguos agentes del gobierno. Algunos aseguran que Dan Cooper podría haber sido un ladrón profesional con conocimientos técnicos del avión, mientras que otros creen que fue alguien común que se convirtió en leyenda por un golpe de suerte. Incluso hay teorías más fantasiosas que lo vinculan con conspiraciones gubernamentales. Lo cierto es que, 50 años después, su historia sigue despertando preguntas sin respuestas claras.