El verano aprieta y con él llega el inseparable compañero de fatigas para sobrellevar las altas temperaturas en buena parte de España. Sin duda, el uso del aire acondicionado se dispara en cuanto el termómetro empieza a escalar posiciones, convirtiéndose en un elemento casi indispensable en hogares y oficinas para mantener un mínimo confort ambiental. Sin embargo, esta bendición contra el bochorno puede convertirse rápidamente en una pesadilla cuando llega la factura de la luz, a menudo inflada por conceptos que desconocemos o a los que no prestamos la debida atención, como la famosa potencia contratada, un factor clave que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos insta a revisar con lupa.
Dar la bienvenida al frescor en casa no debería significar automáticamente llevarse las manos a la cabeza al ver el recibo eléctrico a final de mes, pero es una escena que se repite con demasiada frecuencia. La clave, según insisten desde la OCU, no reside únicamente en usar el aire acondicionado de forma eficiente, que también, sino en entender cómo funciona nuestra tarifa eléctrica y, sobre todo, en ajustar uno de sus componentes fijos más relevantes: la potencia contratada. Adecuar esta potencia a nuestras necesidades reales, especialmente considerando el pico de demanda que puede suponer el aire acondicionado, es un gesto sencillo que puede traducirse en un ahorro considerable y sostenido, aliviando la carga económica que supone climatizar nuestros espacios durante los meses más calurosos del año.
2LA OCU AL RESCATE: EL TRUCO INFALIBLE PARA TU FACTURA VERANIEGA

La Organización de Consumidores y Usuarios, siempre vigilante en la defensa de nuestros bolsillos, pone el foco en la necesidad de revisar este parámetro como una estrategia fundamental para aligerar la factura eléctrica estival. Su consejo es claro y directo: analiza tu consumo real y ajusta la potencia contratada a la baja si compruebas que tienes margen suficiente, prestando especial atención al momento de máximo uso simultáneo de electrodomésticos, que en verano suele coincidir con el funcionamiento del aire acondicionado junto a otros aparatos habituales. La OCU sugiere utilizar herramientas como calculadoras online, revisar los datos de nuestro contador inteligente si disponemos de él, o incluso métodos más empíricos como observar si el ICP salta alguna vez, lo cual indicaría que estamos cerca del límite o incluso lo superamos puntualmente.
El objetivo de esta recomendación no es otro que empoderar al consumidor para que tome el control de su gasto energético, evitando pagar por un servicio sobredimensionado. Reducir la potencia contratada, siempre que sea viable según nuestro perfil de consumo, tiene un impacto directo y constante en la parte fija de la factura, generando un ahorro mes a mes que, acumulado a lo largo del año, puede ser significativo. Este ajuste cobra especial relevancia en verano, cuando el uso del aire acondicionado puede disparar la parte variable del consumo, haciendo más necesario que nunca optimizar todos los demás componentes del recibo para mantener las finanzas domésticas bajo control sin renunciar al bienestar que proporciona un ambiente fresco.