martes, 15 abril 2025

No es ansiedad, este gesto nocturno es el que está destrozando tu descanso

Esa sensación de dar vueltas en la cama durante horas sin poder conciliar el sueño se ha convertido en una experiencia demasiado habitual para muchos españoles. Un descanso adecuado resulta fundamental para mantener un equilibrio físico y mental óptimo, pero hay ciertos hábitos que sabotean silenciosamente nuestras noches sin que seamos plenamente conscientes de ello. Aunque solemos culpar al estrés o la ansiedad de nuestros problemas para dormir, existe un gesto cotidiano que realizamos poco antes de acostarnos y que podría ser el verdadero responsable de esas noches interminables.

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La rutina nocturna determina en gran medida la calidad del sueño que experimentaremos durante la noche. Entre las diversas actividades que realizamos antes de dormir, la alimentación juega un papel decisivo que a menudo pasamos por alto. Específicamente, el consumo de ultraprocesados y alimentos ricos en azúcar en las horas previas al descanso altera significativamente nuestros ciclos de sueño, provocando interrupciones constantes y dificultando la entrada en las fases más reparadoras. Este hábito aparentemente inocente se ha convertido en una epidemia silenciosa que deteriora progresivamente la salud de millones de personas.

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TU MICROBIOTA INTESTINAL NO DESCANSA CUANDO TÚ LO NECESITAS

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La conexión entre intestino y cerebro ha revolucionado nuestra comprensión sobre cómo funciona el organismo humano. La microbiota intestinal, ese ecosistema compuesto por billones de microorganismos que habitan nuestro sistema digestivo, influye directamente en la calidad del descanso. El consumo de ultraprocesados antes de dormir altera dramáticamente el equilibrio de esta comunidad microbiana. Los azúcares refinados y aditivos presentes en estos productos, en lugar de nutrir a las bacterias beneficiosas, favorecen la proliferación de microorganismos potencialmente perjudiciales que generan inflamación y alteran la producción de neurotransmisores vinculados al sueño.

La digestión de alimentos complejos durante las horas de descanso obliga al sistema digestivo a trabajar a pleno rendimiento cuando debería estar en modo de reparación y regeneración. Este proceso activa el sistema nervioso simpático, responsable de mantenernos alerta y preparados para la acción, justo cuando necesitamos activar el sistema parasimpático que facilita la relajación y el descanso profundo. Las investigaciones más recientes demuestran que individuos con dietas ricas en ultraprocesados presentan mayores niveles de disbiosis intestinal, un desequilibrio de la microbiota que se correlaciona con peor calidad del sueño y mayor incidencia de insomnio. La salud intestinal, tradicionalmente ignorada en los estudios sobre trastornos del descanso, emerge ahora como un factor central para comprender y abordar estos problemas.

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