Las almejas a la marinera son uno de esos platos que despiertan todos los sentidos. Tienen ese sabor inconfundible a mar, ese toque heredado de los hogares del norte de España que se ha transmitido de generación en generación. Especialmente, expresan el mar Cantábrico en su estado más primitivo: fuerte, vivo, crudo. Esta receta elegante, pero sencilla, es ideal para el día a día o para deslumbrar en una cena especial.
Unas buenas almejas a la marinera tienen el equilibrio perfecto entre almejas y salsa. Una mezcla de ingredientes como ajo, cebolla y vino blanco que, al tratarse adecuadamente, produce una explosión de sabor. El plato ha superado sus orígenes navales para convertirse en un clásico culinario español, particularmente en lugares como Galicia o Asturias. Y la mejor parte es que hacerlas en casa es mucho más fácil de lo que crees.
3Un final inolvidable

Humeantes, con un buen trozo de pan al lado, las almejas a la marinera toman una dimensión sensorial. Con cada cucharada, con cada mordida firme del molusco, y con el sabor exquisito y suave de la salsa, y además, el brillante vino blanco se hace una explosión de inigualable sabores en la boca. Es un plato que pide disfrutarse en compañía, para mojar el pan sin culpa, y poder celebrar los pequeños placeres de la vida.
Si deseas disfrutar de la esencia del mar Cantábrico sin salir de la comodidad de tu casa, esta receta es el camino más corto. Las almejas a la marinera encantan no solo por su sabor, sino por su simplicidad y capacidad para transportarte al norte con cada bocado. Un plato de mariscos que está eternamente de moda y con toda la razón.