El auge de las nuevas tecnologías ha traído consigo numerosas comodidades, pero también riesgos según la palabra que digas. Los estafadores telefónicos han perfeccionado sus técnicas y ahora utilizan el sí como herramienta para perpetrar fraudes sofisticados que pueden tener graves consecuencias económicas para las víctimas. Esta modalidad de estafa, conocida popularmente como «la estafa del sí», se ha extendido por toda España en los últimos años, generando preocupación entre las autoridades y los consumidores.
En un mundo hiperconectado donde recibimos llamadas constantemente, resulta difícil distinguir entre comunicaciones legítimas y aquellas que esconden propósitos maliciosos. Los ciberdelincuentes aprovechan esta situación para obtener grabaciones de nuestra voz pronunciando un sí que posteriormente manipulan para hacernos parecer que hemos aceptado contratos o servicios que jamás solicitamos. Este tipo de fraude ha provocado que muchos españoles desconfíen al recibir llamadas de números desconocidos, generando un clima de inseguridad en las comunicaciones telefónicas.
4QUÉ HACER SI YA HAS SIDO VÍCTIMA DE LA ESTAFA DEL SÍ

Si sospechas que has caído en este tipo de fraude, es crucial actuar con rapidez. El primer paso consiste en documentar todos los detalles de la llamada: fecha, hora, número de teléfono, si está disponible y contenido de la conversación. Esta información resultará valiosa tanto para la denuncia policial como para reclamar ante la empresa cuyos servicios hayan sido fraudulentamente contratados en tu nombre. La inmediatez en la reacción es fundamental, ya que el sí grabado podría estar siendo utilizado en ese mismo momento para formalizar contratos o suscripciones no deseadas a tu nombre.
Contactar con la empresa implicada para informar de la situación también es esencial. Muchas compañías cuentan ya con protocolos específicos para estos casos, dada la proliferación de este tipo de estafas. Además, es recomendable presentar una denuncia formal ante la policía o la Guardia Civil, así como ante la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) o la Agencia Española de Protección de Datos. Estas entidades pueden ofrecer asesoramiento especializado y, en algunos casos, mediar para resolver la situación. No debemos avergonzarnos por haber pronunciado un sí en circunstancias que resultaron ser fraudulentas, pues estos estafadores son auténticos profesionales del engaño que han perfeccionado sus técnicas durante años. Lo importante es reaccionar adecuadamente para minimizar los daños.