lunes, 21 abril 2025

La DGT alerta, este despiste al volante que se paga con 6 puntos menos en el carnet

El volante entre las manos, la vista al frente y los cinco sentidos puestos en la carretera. Esa es la teoría que todos conocemos, la cantinela que nos repiten desde la autoescuela, pero que, admitámoslo, se nos olvida con una facilidad pasmosa en cuanto suena una notificación en el bolsillo. Y es precisamente ahí donde la DGT ha puesto el foco una vez más, alertando sobre las consecuencias cada vez más severas de sucumbir a la tentación del teléfono móvil mientras conducimos, una imprudencia que va mucho más allá de una simple multa económica y que puede costarnos muy caro, no solo en el bolsillo, sino en nuestra seguridad y la de los demás.

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La realidad es tozuda y las cifras no mienten, las distracciones son una de las principales causas de siniestralidad en nuestras carreteras, y el móvil se ha convertido en el rey indiscutible de esas distracciones. No hablamos ya de la llamada imprevista que atendemos con el manos libres, que también tiene su miga en cuanto a merma de atención, sino de ese gesto, casi inconsciente para muchos, de agarrar el terminal para leer un mensaje, mirar quién llama o simplemente sostenerlo mientras hablamos, como si el coche fuera una extensión de nuestro salón. Un gesto que la Dirección General de Tráfico considera de alto riesgo y que, desde la última reforma de la Ley de Tráfico, tiene una de las sanciones más duras en cuanto a pérdida de puntos se refiere.

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MÁS ALLÁ DE LOS PUNTOS: EL COSTE REAL Y LAS ALTERNATIVAS SEGURAS

Fuente: Freepik

Aunque la pérdida de seis puntos y la multa de 200 euros son un palo importante, el verdadero coste de usar el móvil sujetándolo con la mano mientras se conduce va mucho más allá. El riesgo real no está en la sanción administrativa, sino en la posibilidad de provocar un accidente con consecuencias imprevisibles, desde daños materiales hasta lesiones graves o incluso la pérdida de vidas humanas, tanto la propia como la de terceros inocentes. Ese es el precio más alto, el irreparable, el que debería hacernos reflexionar cada vez que sintamos la tentación de coger el teléfono. La DGT recuerda constantemente las trágicas cifras asociadas a las distracciones.

Existen alternativas legales y más seguras para mantenerse comunicado, como los sistemas de manos libres homologados e integrados en el vehículo, pero incluso estos no están exentos de generar cierta distracción cognitiva. Por ello, la recomendación más sensata, la que de verdad minimiza los riesgos, es activar el modo coche o simplemente guardar el teléfono fuera del alcance y la vista mientras conducimos. Desconectar para conectar con la carretera es la mejor decisión, una muestra de responsabilidad y respeto por nuestra vida y la de los demás, algo que la DGT no se cansa de repetir. La DGT sabe que la concienciación es clave, al igual que la vigilancia estricta promovida por la DGT. La DGT confía en que el endurecimiento de las sanciones ayude a reducir esta práctica. La DGT seguirá trabajando en esta línea.

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