El PSM muestra los nervios en una jornada negra tras conocerse las conclusiones de la comisión sobre la cátedra extraordinaria concedida a dedo y en un despacho de La Moncloa a Begoña Gómez, imputada por cuatro delitos y mujer de Pedro Sánchez, así como el demoledor informe de la UCO, que apunta también a la líder madrileña Reyes Maroto por facilitar la licencia de operadora y comercializadora a Villafuel, la empresa utilizada por Víctor de Aldama y su socio Claudio Rivas, presuntamente para evadir el pago de más de 230 millones de euros en el IVA.
Los nervios afloran en el PSOE de Madrid, donde Mar Espinar no logra contener a su equipo de diputados, especialmente con su número dos, Fernando Fernández Lara, inmerso en la trifulca política y haciendo oídos sordos a las peticiones de su jefa de filas.
En pleno y acalorado debate parlamentario, uno más de los que brinda el PSOE de Madrid en la Asamblea, Mar Espinar tomó el turno de palabra, pero apenas podía hacer uso de ella cuando Fernández Lara la interrumpía constantemente. No solo generó confusión entre los suyos, dejando a Mar Espinar con cara de enfado y desautorización.

Los gestos de desaprobación y cabreo contenido continuaron. Ni la mirada fija, clavando los ojos inyectados, en Fernández Lara impedían que el diputado socialista continuara soltando sus bravuconadas y agitando los brazos. Nada ni nadie parecía apaciguarle.
Es lo que ocurre cuando la confrontación llega en un momento muy delicado para el Gobierno central con el demoledor informe de la Guardia Civil, que expone negro sobre blanco cómo se contrataron prostitutas y a Miss Asturias, Claudia Montes, en empresas públicas. Es decir, los españoles han pagado con sus impuestos los puestos de trabajo concedidos a dedo, presuntamente, a dos mujeres que no daban el perfil habitual para ello, por más que la auditoría de Óscar Puente asegurase lo contrario.
Pidiendo la palabra a su propio número dos con la mirada, éste hacía como quien oye llover. Continuó con su guerrita particular para después permitir que Espinar pudiera replicar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
De hecho, los «polvos del ministro», como se ha referido el PP a las andanzas y juergas en el Parador de Teruel, cuando Óscar López, ahora jefe de filas del PSM y sin asiento en la Asamblea de Madrid, era el presidente de Paradores.
Según el PP, el ministro de Transformación Digital y Función Pública estuvo al corriente de los hechos y encubrió las «juergas con prostitutas» durante la pandemia, cuando los españoles fueron encerrados durante meses de forma inconstitucional y se exigía documentación adicional y declaraciones de responsabilidad para moverse, mientras miles de personas fueron enterradas.
Mucho tiene que explicar aún el PSM de Madrid sobre sus vinculaciones con el caso Koldo, especialmente Reyes Maroto, que aseguró no conocer a Aldama primero para después tener que admitir al menos 42 mensajes de whatsapp. Eso sí, a los socialistas no parece importarles que se conozcan estos hechos al encumbrarla a lo más alto del PSM hace unos días con más del 90% de los votos.