El debate sobre el uso de dispositivos móviles al volante sigue generando controversia entre los conductores españoles, especialmente en situaciones donde el vehículo se encuentra momentáneamente detenido. La DGT ha sido tajante al respecto: consultar el móvil mientras aguardamos a que el semáforo se ponga en verde constituye una infracción que puede acarrear severas consecuencias económicas y administrativas. Esta práctica, tan arraigada entre millones de conductores, representa uno de los principales factores de distracción en la conducción y ha motivado campañas específicas para concienciar sobre sus peligros.
Los malentendidos sobre esta normativa han proliferado durante años, alimentados por interpretaciones erróneas y la falsa creencia de que un vehículo detenido temporalmente deja de estar «en circulación». Sin embargo, desde el punto de vista legal y de seguridad vial, un coche parado ante un semáforo continúa formando parte del tráfico rodado y el conductor debe mantener toda su atención en la vía. La DGT ha intensificado sus esfuerzos para despejar estas dudas y aplicar con rigor unas sanciones que buscan, en última instancia, reducir la siniestralidad asociada a distracciones que podrían evitarse con facilidad, pero que siguen costando vidas en las carreteras españolas.
4LOS MÉTODOS DE LA DGT PARA DETECTAR ESTA INFRACCIÓN VAN MÁS ALLÁ DE LO QUE IMAGINAS

Los mecanismos de vigilancia desplegados por la DGT para detectar el uso del móvil al volante se han sofisticado notablemente en los últimos años. Además de los controles tradicionales realizados por agentes de tráfico, actualmente la DGT cuenta con helicópteros equipados con cámaras de alta resolución capaces de captar con nitidez el interior de los vehículos y documentar infracciones que posteriormente se notifican al domicilio del infractor. Estas imágenes constituyen una prueba prácticamente irrefutable en caso de recurso, ya que registran con precisión tanto la matrícula como la acción del conductor.
La apuesta tecnológica de la DGT incluye también la instalación progresiva de cámaras inteligentes en puntos estratégicos como intersecciones con semáforos y tramos de especial concentración de accidentes. Estos dispositivos, dotados con sistemas de inteligencia artificial que identifican automáticamente patrones de comportamiento asociados al uso del móvil, como la posición de las manos o la inclinación de la cabeza del conductor, permiten multiplicar la capacidad de vigilancia sin necesidad de presencia física de agentes. El Plan Estratégico de Seguridad Vial de la DGT contempla la expansión de esta red de vigilancia automática, lo que augura un incremento significativo en la detección de infracciones relacionadas con el uso de dispositivos móviles, especialmente en entornos urbanos donde la parada ante semáforos es frecuente y las multas por esta causa se han disparado en los últimos ejercicios.