lunes, 14 abril 2025

Nueva alerta de la OMS sobre este ‘chute’ de energía que puede poner en riesgo tu corazón

Vivimos tiempos acelerados, donde la promesa de un impulso instantáneo resulta casi irresistible para muchos. La OMS lleva tiempo observando con preocupación el auge de ciertos productos que ofrecen precisamente eso, energía rápida y sin aparente esfuerzo, pero a un coste que no siempre figura en la etiqueta. Estas bebidas, omnipresentes en supermercados y consumidas a menudo por los más jóvenes, se han convertido en una muleta cotidiana para sortear el cansancio o prolongar la vigilia, ignorando las señales que nuestro propio cuerpo nos envía sabiamente cuando pide descanso o una nutrición adecuada. La cultura de la inmediatez encuentra en ellas un aliado peligroso.

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El último toque de atención procedente de Ginebra no hace sino confirmar las sospechas que flotaban en el ambiente sanitario desde hace años respecto a estos ‘chutes’ embotellados. No se trata ya de simples advertencias genéricas, sino de una señalización más directa sobre la combinación explosiva de cafeína y azúcares en cantidades desorbitadas, que puede desestabilizar el delicado equilibrio de nuestro sistema cardiovascular. La popularidad de estas bebidas contrasta peligrosamente con el desconocimiento generalizado sobre sus potenciales efectos adversos a medio y largo plazo, especialmente cuando su consumo se convierte en un hábito frecuente en lugar de una excepción muy puntual. Urge una reflexión colectiva sobre qué estamos dispuestos a sacrificar por un rendimiento artificialmente sostenido.

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LA CAFEÍNA SIN FRENO: EL MOTOR DESBOCADO

Fuente Freepik

La cafeína es el ingrediente estrella, el gancho principal de estas pócimas modernas para combatir la fatiga. Su efecto estimulante es innegable, proporcionando esa sensación de alerta y concentración que tantos buscan para rendir más en el trabajo, los estudios o incluso en el ocio nocturno, pero la dosis es clave y aquí radica uno de los principales problemas.

Las latas de estas bebidas energéticas suelen contener cantidades de cafeína que duplican o triplican las de un café expreso normal, un desafío considerable para el organismo, especialmente si se consumen varias unidades en poco tiempo o se combinan con otras fuentes de cafeína a lo largo del día. La OMS ha señalado reiteradamente los peligros de la ingesta excesiva de cafeína aislada de sus matrices naturales, como ocurre en estos preparados industriales.

Este torrente de cafeína no llega solo, a menudo se potencia con otros estimulantes como el guaraná o la taurina, creando un cóctel difícil de gestionar para el sistema nervioso central y el aparato circulatorio. El resultado puede ser nerviosismo, ansiedad, insomnio y, lo que es más preocupante desde una perspectiva sanitaria, palpitaciones o irregularidades en el ritmo cardíaco que pueden pasar desapercibidas inicialmente, pero que suponen un riesgo real para la salud cardiovascular, incluso en individuos jóvenes sin patologías previas conocidas. Ignorar estas señales tempranas, atribuyéndolas simplemente a un exceso de «energía», es un error común que las advertencias de la OMS intentan combatir con información clara y directa.

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