El mundo digital de whatsApp evoluciona a pasos agigantados y con él las técnicas que los ciberdelincuentes emplean para acceder a nuestros datos y nuestro dinero. Los estafadores han perfeccionado sus métodos hasta límites insospechados, aprovechando las últimas tecnologías para diseñar engaños cada vez más sofisticados y difíciles de detectar. En España, miles de usuarios han sido víctimas de estas prácticas fraudulentas durante los últimos meses, con pérdidas económicas que superan ya los dos millones de euros según datos de la Policía Nacional.
La última modalidad de fraude que está causando estragos entre los usuarios de aplicaciones de mensajería instantánea utiliza la inteligencia artificial para clonar voces. Con apenas unos segundos de audio, estos delincuentes estafan a familiares y amigos de la víctima haciéndose pasar por ella a través de llamadas o mensajes de voz en WhatsApp. Esta técnica resulta especialmente efectiva porque elimina una de nuestras principales defensas frente al engaño: la capacidad de reconocer la voz de nuestros seres queridos. La suplantación es tan perfecta que incluso personas precavidas y familiarizadas con los métodos tradicionales de estafa acaban cayendo en la trampa.
1LA LLAMADA DEL PÁNICO: ANATOMÍA DE UN ENGAÑO CASI PERFECTO

Todo comienza con la obtención de un pequeño fragmento de audio de la víctima, algo relativamente sencillo en la era de las redes sociales y los mensajes de voz compartidos públicamente. Con esta muestra y utilizando herramientas de inteligencia artificial disponibles en el mercado, los estafadores generan una voz sintética prácticamente indistinguible de la original y contactan con familiares o amigos cercanos. El modus operandi suele ser siempre el mismo: una situación de urgencia que requiere una transferencia inmediata de dinero.
La estafa se sustenta en dos pilares fundamentales: la presión psicológica y la imposibilidad de verificación inmediata. Al recibir una llamada o mensaje de voz de alguien que suena exactamente como un ser querido en apuros, el instinto natural es ayudar sin cuestionar excesivamente los detalles, especialmente cuando el supuesto familiar insiste en la urgencia y la discreción. Este comportamiento natural y compasivo es precisamente lo que los delincuentes explotan para conseguir transferencias rápidas antes de que la víctima pueda comprobar la veracidad de la situación contactando por otros medios con la persona supuestamente en apuros.