sábado, 19 abril 2025

La maniobra en las rotondas que enfada a la DGT, y por la que te pueden multar

Las rotondas, esas glorietas que salpican nuestras carreteras y ciudades, se diseñaron con la noble intención de agilizar el tráfico y reducir los puntos de conflicto directo, pero la realidad cotidiana demuestra que a menudo se convierten en escenarios de confusión, vacilación y, lo que es más preocupante, maniobras peligrosas. Una de las prácticas que más exasperación causa, no solo entre los conductores prudentes sino también en las autoridades, es esa costumbre de salir de la glorieta directamente desde un carril interior, cruzándose temerariamente por delante de quienes circulan correctamente por el exterior. Esta acción, tan frecuente como arriesgada, está en el punto de mira de la DGT por ser un foco constante de incidentes y poner en jaque la seguridad vial que tanto se persigue.

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El problema radica fundamentalmente en una mezcla de desconocimiento de la normativa específica que rige la circulación en estas intersecciones giratorias y, en otras ocasiones, en una peligrosa impaciencia o un exceso de confianza al volante que lleva a ignorar las reglas más básicas de prioridad y posicionamiento. Muchos conductores parecen olvidar que una rotonda no es simplemente una curva continua, sino una vía con sus propios carriles y normas de uso, donde la anticipación y la correcta señalización son cruciales para evitar sobresaltos. La maniobra de «corte» desde el interior no solo es antirreglamentaria, sino que genera situaciones de alto riesgo, obligando a otros usuarios a frenar bruscamente o a realizar maniobras evasivas para evitar la colisión, un comportamiento que la Dirección General de Tráfico busca erradicar con información y, cuando es necesario, con sanciones.

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EL NUDO GORDIANO DEL ASFALTO: ¿POR QUÉ FALLAMOS EN LAS ROTONDAS?

Fuente Freepik

La complejidad aparente de las rotondas, especialmente las de múltiples carriles o con salidas muy próximas entre sí, parece actuar como un catalizador para los errores de conducción más comunes que observamos a diario en nuestras vías. Parte de esta confusión podría originarse en la diversidad de diseños existentes, algunas con señalización horizontal más clara que otras, lo que puede llevar a interpretaciones dispares sobre cómo posicionarse correctamente según la salida que se pretende tomar. A esto se suma, en ocasiones, una formación vial que quizás no profundizó lo suficiente en las particularidades de estas infraestructuras o cuyo recuerdo se ha diluido con el paso del tiempo y la falta de práctica consciente, derivando en hábitos incorrectos que se perpetúan peligrosamente en el tiempo.

Más allá de la maniobra específica de salida desde el carril interior, otros errores frecuentes contribuyen al caos que a veces se vive en las glorietas, como no señalizar adecuadamente la intención de salir o cambiar de carril, o incluso entrar en la rotonda sin ceder el paso a quienes ya circulan por ella. La elección del carril al ingresar también es fuente habitual de problemas, muchos conductores ocupan carriles interiores innecesariamente aunque vayan a tomar una de las primeras salidas, obstaculizando el flujo y aumentando las posibilidades de conflicto al intentar reubicarse posteriormente. Corregir estos patrones requiere no solo conocer la norma, sino también aplicar una dosis extra de atención y cortesía vial, principios que la DGT no se cansa de recordar.

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