El interior de nuestro vehículo es ese espacio personal que solemos personalizar a nuestro gusto con pequeños detalles que lo hacen más acogedor y agradable. La DGT, sin embargo, tiene mucho que decir sobre ciertos elementos decorativos que pueden parecer inofensivos pero que realmente comprometen la seguridad vial. Uno de los más populares y a la vez controvertidos son esos pequeños ambientadores que cuelgan del espejo retrovisor, presentes en miles de vehículos españoles y que, pese a su aparente inocuidad, pueden suponer una infracción sancionable.
Lo que muchos conductores desconocen es que algo tan común como un ambientador colgante puede convertirse en motivo de multa durante un control rutinario. La normativa de tráfico española es bastante clara al respecto, aunque pocos se detienen a leerla con detención antes de colgar cualquier objeto del retrovisor. esos pequeños elementos decorativos pueden obstaculizar seriamente el campo visual necesario para una conducción segura, provocando puntos ciegos o distracciones que multiplican el riesgo de sufrir un accidente. La DGT no persigue estos elementos por capricho, sino por una cuestión fundamental de seguridad que afecta a todos los usuarios de las vías públicas.
2POR QUÉ LA DGT PONE EL FOCO EN ALGO TAN COMÚN COMO LOS AMBIENTADORES

La razón principal por la que la DGT persigue estos elementos decorativos es puramente práctica: cualquier objeto colgante en el campo visual frontal puede convertirse en un elemento distractor. Durante la conducción, especialmente a velocidades elevadas, un pequeño ambientador balanceándose puede desviar momentáneamente la atención del conductor. esos breves instantes de distracción pueden ser suficientes para no percibir un peligro inminente o reaccionar tarde ante un imprevisto en la carretera. Estudios de seguridad vial demuestran que tan solo un segundo de desatención al volante puede ser determinante en una situación crítica.
Además del factor distracción, existe el problema de la obstrucción visual directa. Un ambientador de tamaño medio colgado del retrovisor central puede bloquear la visibilidad de elementos cruciales durante la conducción, como peatones cruzando o vehículos que se aproximan en determinados ángulos. La DGT no actúa arbitrariamente en este asunto, sino basándose en estadísticas que relacionan los elementos distractores con un aumento significativo del riesgo de accidente, especialmente en entornos urbanos donde la multiplicidad de estímulos ya supone un reto para la concentración del conductor. Lo que puede parecer una medida excesiva responde en realidad a criterios de prevención avalados por expertos en seguridad vial.