La Universidad Complutense de Madrid, en manos del rector imputado, Joaquín Goyache Goñi, gasta 280.828 euros en las clases de pádel y tenis para los hijos del personal. La adjudicación se la ha llevado una vieja empresa muy conocida en el centro universitario y llega en pleno lamento y denuncia ante la supuesta falta de financiación.
No obstante, la Complutense sí tiene dinero para endosar a las arcas unas clases de deporte cuyos beneficiarios no son otros que los hijos del personal del centro, así como estudiantes y personal, docente o jubilado, así como los cónyuges de estos. En un inicio, el contrato tenía un presupuesto de 1.856.720 euros, según los pliegos consultados por MONCLOA.
«La escuela deportiva de tenis está destinada a menores con edades comprendidas entre los 4 y los 17 años», destacan las condiciones del contrato. Ninguno de ellos está matriculado en la UCM, pero son hijos del personal, así como estudiantes y residentes en los colegios mayores controlados por el centro universitario. Además, también podrán asistir «cónyuges y parejas de hecho». «Cualquier excepción deberá contar con la expresa autorización de la Complutense.
El objetivo principal del contrato es «mejorar la condición física. Asimismo, será necesario tener un coordinador técnico y técnicos deportivos para prestar el servicio, que darán clases por un mínimo de dos horas de entrenamiento. Todo ello, también para fomentar las relaciones sociales entre los miembros de cada grupo y la ocupación del tiempo libre, así como aprender y fijar los fundamentos básicos de cada uno de los deportes.
LA COMPLUTENSE Y EL DESPILFARRO CON DINERO PÚBLICO
Para el desarrollo de las actividades deportivas, los estudiantes, el personal en activo y jubilados, los cónyuges y parejas de hecho, así como los hijos de los empleados, podrán disfrutar de las instalaciones y del material ofrecido por la Complutense y la empresa, respectivamente. Así, dispondrán de raquetas, pelotas, empuñaduras y los distintos tamaños de las redes para facilitar la marcha de las clases. Asimismo, la Complutense corre, además, con los gastos de electricidad, vigilancia, mantenimiento, agua y limpieza de las instalaciones, un servicio ajeno al contrato. Por este motivo, la valoración del mismo alcanza casi diez veces más.
«La empresa adjudicataria se encargara de la instalación y recogida del material necesario para su práctica», puntualiza. «La UCM autorizará y supervisará la propuesta de cursos y entrenamientos y número de pistas a utilizar planteada por la empresa adjudicataria con suficiente antelación, respetando siempre el derecho al uso por parte de los usuarios que quieran utilizar las pistas de Tenis y pádel, garantizando que siembre deben existir pistas de uso libre», destaca el contrato.

La adjudicación llega en un momento delicado, según el rector de la Complutense y del propio Gobierno de PSOE y Sumar, para la financiación de las universidades públicas. El centro dirigido por Goyache Goñi fue uno de los que se quejó a finales del pasado año de la falta de financiación, pero tampoco tuvo reparo en endosar doce coches oficiales a la dirección. Ahora, apoya las protestas y encierros en el ente público, una movilización que también defiende la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.
CRÍTICAS POR LA FINANCIACIÓN CON GASTO PARA HIJOS DEL PERSONAL
«Venimos asistiendo, desde hace ya meses, a un despertar de la voz de la comunidad universitaria frente al maltrato sistemático al que está siendo sometida la universidad pública en la Comunidad de Madrid», ha asegurado Morant en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «Me alegro de que la ciudadanía alce la voz y que se haga la pedagogía suficiente para que la sociedad sepa que la universidad pública en la Comunidad de Madrid está al borde del crack», ha afirmado.
Al borde del crack, pero que no falte el deporte para parejas, personal jubilado y docentes en activo, así como los vástagos de estos. Son gastos muy necesarios en época de vacas flacas, mientras se ataca a las instituciones privadas.
«Es competencia de las comunidades autónomas la financiación suficiente para que las universidades hagan su trabajo», ha recordado, pero también lo es la gestión de estos recursos y el del tenis para hijos del personal es uno de los más elevados de los últimos meses, exceptuando las obras.
«Tenemos todos la responsabilidad, la sociedad y también el Gobierno de España, de luchar contra esa privatización. Que la primera fase de la privatización es la infrafinanciación y el maltrato económico», ha asegurado la ministra. «La segunda, por tanto, es la precarización y el desprestigio del servicio público», ha sentenciado. Quizá Morant debería echar un vistazo a los contratos de la Complutense y ver en qué se gasta el dinero de los madrileños, más cuando se ha concedido una cátedra extraordinaria a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Los antecedentes no ayudan a conciliar el relato de Goyache Goñi, como tampoco ahora el Gobierno de PSOE y Sumar.