miércoles, 16 abril 2025

El Real Madrid se encomienda al cambio en la normativa del ruido para el Bernabéu

El ruido del estadio del Real Madrid, Santiago Bernabéu, no tiene solución. La cancelación de conciertos, el último de ellos el de Aitana, deja al club blanco sin sus ansiados ingresos por los espectáculos. En un inicio, se cifraron en 360 millones de euros los ingresos por este tipo de eventos, un montante que el club blanco rebaja a tan solo el 1% de la facturación total del club, apenas 10 millones, una cifra poco creíble dado el caché actual de algunos artistas.

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El problema del ruido del Bernabéu, además del judicial, no solo afecta al club blanco, sino a uno de sus socios de referencia, Sixth Street, que había pactado el cobro del 70% de estos eventos para ayudar a financiar la obra faraónica que ha costado el templo merengue. No hay solución a este problema debido a que no se ha remodelado el estadio, sino que se ha dejado la estructura antigua de hormigón y las láminas de la fachada no cierran por completo el perímetro por razones de seguridad.

Se intentaron poner pantallas protectoras, pero sirvió de poco. El ruido seguía propagándose por las rendijas y la cubierta, además, hace efecto olla, por lo que amplifica aún más las ondas de los altavoces. Los propios socios del club aplaudieron sin críticas la obra de Florentino Pérez, votaron para mantener el estadio dentro de la ciudad y se burlaron de quien les puso frente a un juez por exceder la normativa vigente del ruido en la última junta de socios compromisarios del Real Madrid.

LOS SOCIOS SE CEBAN CON RUIDO BERNABÉU

No obstante, las críticas no callan a un juzgado, como tampoco sirven cuando se incumple de forma flagrante la normativa vigente. La única solución pasa por un cambio en el reglamento municipal. La normativa municipal es muy clara. El límite acústico es de 55 decibelios, mientras que a partir de las 23.00 horas cae a solo 45. Las mediciones realizadas durante los conciertos en el estadio del Real Madrid alcanzan los 85 decibelios, casi el doble de lo permitido.

Desde el Ayuntamiento dejan caer la posibilidad de un cambio normativo, pero sería una medida contraria a lo dicho hasta ahora. «Lo que vamos a hacer es seguir exigiendo por supuesto al Real Madrid y a los promotores de esos conciertos que hay que cumplir la normativa de nuestras ordenanzas municipales, y por lo tanto que tendrán que tomar todas las medidas para que esa normativa se cumpla de manera tajante», afirmó Inma Sanz, segunda del alcalde José Luis Martínez-Almeida, el pasado mes de octubre.

MADRID DARÁ LA BULA A LA FÓRMULA-1: POR QUÉ NO AL BERNABÉU

Pero la visión de Almeida es otra totalmente distinta. Busca una ciudad de espectáculos, eventos deportivos de primer nivel, como la Fórmula-1, y convertir a Madrid en una de las capitales culturales más atractivas del mundo. De hecho, el evento de la Fórmula-1, previsto para septiembre de 2026, excedería con creces el ruido establecido en la propia normativa y no se descarta que tenga una bula desde el Consistorio para que se celebre.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid

Desde el Ayuntamiento no descartan que los conciertos tengan una hora máxima de cierre, como hasta ahora, y que pudieran comenzar antes de la hora habitual para permitir, por un lado, el evento y también respetar el descanso de los vecinos. «Empezar a las 18.00 y cerrar a las 22.00 horas podría ser un comienzo», indica una fuente municipal. No obstante, una parte del propio gobierno municipal considera que las modificaciones en la normativa no se pueden adoptar a la ligera.

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El propio Martínez-Almeida considera oportuno la celebración de conciertos en el Bernabéu, pero deja claro que debe respetarse a los vecinos. En este sentido, la solución tiene que «ser buena para los vecinos, pero también buena para la ciudad de Madrid». La única, por el momento, es modificar esos 55 decibelios, más cuando los altavoces de música actuales superan con creces este nivel y ronda los de un martillo neumático a pleno rendimiento.

De esta forma, hasta que no haya una solución, sea cerrar herméticamente el Bernabéu e incumpliendo medidas de seguridad, o bien un cambio de normativa, única factible, no habrá conciertos en un Bernabéu, cuya remodelación costó más de un 100% adicional al presupuesto original.

EL BERNABÉU Y UN POLÉMICO REDISEÑO

Todo se debe a errores a la hora de rediseñar el Bernabéu. No se contó con el ruido a la hora de calcular el proyecto, más cuando se dejó la antigua estructura de hormigón, tapada con chapa, pero dejando una prudente distancia de ventilación.

«No está completamente aislado», afirman ingenieros de Caminos, Canales y Puertos consultados por MONCLOA. «La obra es un desastre en la fachada y ahora no hay espacio para acristalamiento», insisten. «.

Tras conocerse la denuncia, el club rebajó la cifra a solo el 1% del total de los ingresos, es decir, de un presupuesto de 1.120 millones de euros, solo se verían afectados cerca de 11,2 millones. No obstante, las cifras dadas a conocer por el propio club, solo uno de esos conciertos generó ingresos superiores a los 13 millones de euros. Y es que, los fans de la música no solo acuden al estadio del Real Madrid a ver cantar y bailar, sino también a comer, beber, comprar recuerdos y visitar el museo, uno de los focos turísticos de la capital. Sin concierto, los asistentes al evento no gastan ni un céntimo.

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