sábado, 19 abril 2025

OCU lo deja claro: esta cláusula en tu seguro de tu coche te puede dejar sin ayuda

El seguro del coche es, para la mayoría de los conductores españoles, esa red de seguridad imprescindible que nos permite circular con cierta tranquilidad por las carreteras. Contratamos una póliza confiando en que, llegado el momento de un siniestro, la compañía responderá como esperamos, pero la realidad, advertida en no pocas ocasiones por la OCU, es que la letra pequeña de los contratos puede esconder trampas inesperadas que merman considerablemente la ayuda recibida o, en el peor de los casos, la anulan por completo. Esas cláusulas, a menudo redactadas con una terminología compleja y situadas estratégicamente para pasar desapercibidas, son las que marcan la diferencia entre una solución efectiva y un auténtico quebradero de cabeza económico y personal.

Publicidad

Entender a fondo qué firmamos es crucial, porque las pólizas de seguro no son documentos estándar y las diferencias entre unas y otras pueden ser abismales, especialmente en lo que respecta a las limitaciones y exclusiones. El diablo, como suele decirse, está en los detalles, y en el ámbito de los seguros de automóvil, esos detalles pueden traducirse en miles de euros de diferencia a la hora de afrontar la reparación de un vehículo o la indemnización por un siniestro total. Ignorar estas advertencias, como las que periódicamente lanza la Organización de Consumidores y Usuarios, es un riesgo que ningún conductor debería permitirse correr, ya que las consecuencias de una cláusula limitativa aplicada en el momento menos oportuno pueden ser devastadoras para nuestra economía familiar y nuestra capacidad de movilidad.

3
EL VALOR VENAL MEJORADO: ¿UN REGALO ENVENENADO EN TU SEGURO?

Fuente Freepik

Ante las críticas generalizadas al concepto de valor venal, algunas compañías han introducido en sus pólizas el «valor venal mejorado». Esta fórmula consiste, teóricamente, en añadir un porcentaje adicional sobre el valor venal estándar, ofreciendo una indemnización algo más generosa. Sin embargo, esta mejora puede no ser tan significativa como parece a primera vista, y sigue sin resolver el problema de fondo: la dificultad para reemplazar el vehículo siniestrado sin tener que poner dinero extra de nuestro bolsillo.

El cálculo de este «valor venal mejorado» sigue dependiendo de tablas de tasación y criterios que pueden variar entre compañías, y el porcentaje añadido (que puede oscilar entre un 10% y un 30%, aproximadamente) no siempre es suficiente para cubrir la diferencia con el precio real de mercado de un coche similar. La OCU ha señalado en diversas ocasiones que, aunque supone un avance respecto al valor venal simple, esta modalidad sigue sin garantizar una compensación justa que permita al asegurado reponer su bien de manera efectiva y sin perjuicio económico notable.

La clave para una indemnización realmente justa, según defienden las organizaciones de consumidores, residiría en aproximarse más al «valor de reposición» o «valor de mercado», es decir, el coste real de adquirir un vehículo de idénticas o muy similares características (marca, modelo, antigüedad, kilometraje, estado) en el momento del siniestro. Si bien algunas pólizas ofrecen esta cobertura durante los primeros años de vida del coche (valor a nuevo), la protección disminuye drásticamente a medida que el vehículo envejece, dejando al descubierto las limitaciones de fórmulas como el valor venal, incluso en su versión «mejorada» que la OCU sigue viendo con reservas.

Publicidad
Publicidad